miércoles, 7 de junio de 2017

NORMAN: EL HOMBRE QUE LO CONSEGUÍA TODO Magnífica cadena de favores

Título original: Norman: The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer
USA-Israel 2016 118 min.
Guión y dirección Joseph Cedar Fotografía Yaron Scharf Música Jun Miyake Intérpretes Richard Gere, Lior Ashkenazi, Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, Steve Buscemi, Jonathan Avigdori, Yehuda Almagor, Caitlin O’Connell, Hank Azaria, Harris Yulin, Josh Charles, Isaach De Bakolé Estreno en el Festival de Toronto 12 septiembre 2016; en Israel 9 marzo 2017; en Estados Unidos 14 abril 2017; en España 2 junio 2017

Es curioso como algunos realizadores extranjeros, tras triunfar con sus productos nacionales, apenas logran repercusión cuando son absorbidos por los americanos. El director israelí Joseph Cedar logró notoriedad con Beaufort, donde contaba el día a día de un batallón militar israelí, y Pie de página, donde enfrentaba a un padre y un hijo en su interpretación y estudio del Talmud. Con ambas cintas logró colarse en las nominaciones al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Sin embargo ahora que aborda su primera película americana, aunque sin renunciar a su país en términos de coproducción, no ha conseguido mucha repercusión, lo que resulta más llamativo cuando se trata de un film magnífico, y sin duda el mejor hasta el momento de su brillante carrera. Richard Gere se apunta un tanto en su intervención en esta imaginativa e inteligente película, dando vida a un hombre de negocios cuya actividad consiste en relacionar personalidades, especialmente de la política y la banca, con el fin de conseguir objetivos para unos y otros como resultado de una particular cadena de favores propiciada por dichos contactos. La traducción literal del oficio sería arreglador. Su encuentro forzado con un político israelí de paso en Nueva York, acarreará consecuencias impredecibles que colocará a los protagonistas al precipicio de la ilegalidad y la corrupción, a lo que Cedar da una vuelta de tuerca para ofrecer una historia tan brillante en su desarrollo, con continuos giros argumentales, como en su resolución. Los ambientes sofisticados del poder en la ciudad de los rascacielos, las artimañas políticas para destruir al adversario, y los ingenios del protagonista para relacionarse con los poderosos y candidatos a serlo, son manejados brillantemente por un guión tan impecable como complejo, difícil de digerir en toda su dimensión, lo que exigiría un nuevo visionado, pero perfecto en su concepción y tratamiento, hasta un final prodigioso en el que todas las piezas del puzzle encajan perfectamente. Entre los muchos atractivos del film hay que destacar su excelente puesta en escena, con profusa utilización de efectos digitales para generar espacios en los que cohabiten personajes a miles de kilómetros de distancia, y sobre todo el sensacional trabajo actoral de su variado reparto, con especial atención a un inmenso Richard Gere y al iconográfico Lior Ashkenazi, muy conocido en su país y reconocible aquí por trabajos en películas como Caminar sobre las aguas de Eytan Fox, Big Bad Wolves, o la ya citada Pie de página del propio Cedar. Su tono entre el thriller político y la comedia, con toques grotescos y una muy estudiada utilización de la música, aunque quizás demasiado presente, ayudan a redondear un producto extremadamente satisfactorio, quizás un clásico moderno desde ya.

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