domingo, 18 de junio de 2017

MÚSICA PARA REFRESCARSE EN LA CLAUSURA DEL XXVII CICLO DE CÁMARA DE LA ROSS

9º concierto del XXVII ciclo de música de cámara de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Paçalin Zef Pavaci, violín. York Yu Kwong, viola. Sasha Crisan, violonchelo. Lucian Ciorata, contrabajo. Vicent Morelló Broseta, flauta. José Manuel González Monteagudo, oboe. Piotr Zymyslik, clarinete. Javier Aragó Muñoz, fagot. Ian Parkes, trompa. Programa: Phantasy-Cuarteto, de Britten; Till Eulenspiegels Einmal Anders!, de Strauss-Hasenöhrl; Six épigraphes antiques, de Debussy-Chapron; Noneto nº 2, de Martinu. Espacio Turina, domingo 18 de junio de 2017

La violonchelista Sasha Louise Crisan
Con un intenso calor fuera, y otro de carácter más emotivo dentro – afortunadamente la refrigeración de la sala cumplió amortiguando los rigores del tiempo – asistimos al broche final del ya pasado ciclo de música de cámara de la ROSS que hizo el número veintisiete. Unas afortunadas palabras de agradecimiento de Victoria Stapells, directora del English Language Institute, patrocinador del evento desde hace varias temporadas, y una invitación al próximo ciclo, que se celebrará íntegramente en el Espacio Turina y contará con un concierto más, introdujeron un programa cuya música sirvió para refrescarnos y olvidarnos del calor imperante. En realidad se trataba en cierto modo de una continuación del programa de mayo, con Martinu cerrándolo de nuevo y otra variación del Till Eulenspiegel de Strauss entre las propuestas, así como la misma plantilla de viento sobre el escenario, esta vez de la sala de la calle Laraña.

El contrabajista Lucian Ciorata, pilar fundamental
de la orquesta, con su característica e inseparable
camisa musical
Estos conciertos de cámara, complemento ideal de la temporada sinfónica, son tan útiles para cubrir el hueco imperdonable que sufrimos en la ciudad, como para fomentar el compañerismo entre los y las músicos de la orquesta, permitiéndoles trabajar con mayor complicidad y más estrecha colaboración. El Cuarteto Fantasía de Britten es una obra de juventud y sin embargo muy madura en sus postulados expresivos, combinando ingeniosamente variaciones con la forma sonata y permitiendo a los intérpretes jugar con armonías, contrastes y tonalidades sin caer en un fácil caos, como de hecho lograron el trío de cuerdas y la magnífica prestación de Monteagudo al oboe. Una versión reducida por Franz Hasenöhrl para vientos y cuerda del poema sinfónico Till Eulenspiegel de Strauss (esta vez de otro modo, reza su título) vino a completar la de sólo vientos del concierto anterior, con protagonismo del violín de Pavaci, único de los nueve músicos convocados que intervino en todo el programa, sin atisbo de fatiga y dando lo mejor de sí con muy buenos resultados.

Mucho antes de que Francis Lai marcara el sonido del cine erótico de los setenta, Debussy ya había ilustrado los poemas lésbicos de su amigo Pierre Louÿs, Le chanson de Bilitis, seis Epígrafes antiguos con orquestación de Bernard Chapron que abundan en arabescos, líneas sinuosas y sensualidad y que quizás hubiera merecido una mayor carga sicalíptica por parte de una formación algo lánguida, a pesar del excelente trabajo de Morelló a la flauta. El Noneto nº 2 de Martinu supone su testamento camerístico, en el exilio y minado por el cáncer, y sin embargo mantiene una estética de divertimento vigoroso y luminoso, que los intérpretes defendieron con un sensacional dominio de los recursos, estupendos todos en sus difíciles cometidos.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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