miércoles, 30 de noviembre de 2016

BAR BAHAR. ENTRE DOS MUNDOS Liberación femenina y humo

Título original: Bar Bahr
Israel 2016 96 min.
Guión y dirección Maysalun Hamoud Fotografía Itay Gros Música Mg Saad Intérpretes Mouna Hawa, Shaden Kanboura, Sana Jammalieh, Mahmud Shalaby, Riyad Sliman Estreno en el Festival de Toronto 11 septiembre 2016; en España 25 noviembre 2016

España es el primer país en el que se estrena comercialmente esta película israelí, y aun sin fecha de estreno en ningún otro, después de su paso por los festivales de Toronto, donde logró el premio a la mejor película asiática, y San Sebastián, donde entre otros se alzó con el premio TVE “Otra mirada”. En ella la realizadora debutante Maysalun Hamoud retrata la vida de tres jóvenes palestinas con pasaporte israelí que procuran vivir una vida digna y libre al otro lado del muro islámico de la intransigencia y la prohibición. Siempre hay un cigarrillo encendido en esta película, no se sabe muy bien si como reivindicación de una liberación de la mujer en ciernes, pero lo cierto es que tanto humo molesta en un conjunto por lo demás interesante por lo que de retrato de una realidad y crónica de una situación insostenible se trata. En el apartado cinematográfico el resultado es más deficiente, construida como película demasiado convencional y arquetípica, aunque por el camino nos brinde la posibilidad de disfrutar con el hit parade musical de la zona y con las naturales y bien encajadas interpretaciones no sólo del trío de ángeles protagonistas sino de todo el elenco en general. Las situaciones que retrata son las habituales de matrimonios concertados, opciones sexuales, dificultades en el mundo profesional y peso de la familia, mientras se agradece que el problema judío palestino no asome ni siquiera con la inevitable presencia de soldados y rebeldes. Al final la consecuencia es que, libres o no, la vida es dura y las elecciones no son siempre las deseadas, pero en libertad por supuesto mucho mejor.

MAREA NEGRA Tragedia entre la confusión y la oscuridad

Título original: Deepwater Horizon
USA 2016 107 min.
Dirección Peter Berg Guión Matthew Sand y Matthew Carnahan Fotografía Enrique Chediak Música Steve Jablonsky Intérpretes Mark Wahlberg, Kurt Russell, John Malkovich, Gina Rodríguez, Kate Hudson, Dylan O’Brien, Ethan Suplee, Brad Leland, J.D. Evermore, Joe Chrest, Chris Ashworth Estreno en el Festival de Toronto 13 septiembre 2016; en Estados Unidos 30 septiembre 2016; en España 25 noviembre 2016

En su irregular filmografía el antes actor Peter Berg se ha atrevido prácticamente con todos los géneros, desde la comedia (Very Bad Things, Hancock) al deporte (Friday Night Lights) pasando por la aventura (El tesoro del Amazonas) y la guerra (La sombra del reino, El único superviviente, Battleship), alternándose con la televisión. Este año le ha dado por ilustrar acontecimientos recientes que han conmovido al Mundo, empezando por esta catástrofe medioambiental y humana que acabó con la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, comandada por British Petroleum, cuando saltó por los aires hace seis años, y siguiendo con Día de patriotas, que se estrenará dentro de poco y narra el atentado terrorista del maratón de Boston hace tres años, en la que será su tercera colaboración con Mark Wahlberg tras El único superviviente y Marea negra. En ésta Berg echa mano de su mejor oficio para lograr sumergir al espectador en una vorágine de lodo, hierro y fuego tan realista que todo se convierte, durante gran parte del metraje, en oscuridad y confusión. Lógicamente esto le quita atractivo estético, lo que unido a lo complicado que es seguir su trama en todos sus detalles debido al carácter eminentemente técnico que adopta su elaborado guión, hace que el visionado no resulte tan grato como cupiera esperar. Aun así se reconoce su precisión, su honestidad a la hora de simplemente narrar lo sucedido, sin cargar las tintas en denuncias ni dramas humanos, aunque no los obvia, y procurando ceñirse a la piel de tan desagradable evento. Gracias también al buen trabajo actoral de sus protagonistas, la cinta sale airosa del compromiso con su carácter pedagógico y su vocación de homenaje.

martes, 29 de noviembre de 2016

CLOSET MONSTER Un Donnie Darko gay y canadiense

Canadá 2016 90 min.
Guión y dirección Stephen Dunn Fotografía Bobby Shore Música Todor Kobakov y Mata Postepski Intérpretes Connor Jessup, Aaron Abrams, Joanne Kelly, Aliocha Schneider, Sofia Banzha, Jack Fulton, Mary Walsh, Marthe Bernard, James Hawksley y la voz de Isabella Rossellini Estreno en el Festival de Toronto 13 septiembre 2015; en Canadá 15 julio 2016; estreno en Andalesgai Sevilla 26 noviembre 2016

El propio título ya lo indica todo, El monstruo del armario. Se trata, claro es, de las dificultades de un joven para salir del armario, encorsetado en una sociedad pueblerina, la que se refleja en San Juan de Terranova y la península de Labrador, donde está rodada y que, confieso, fue el principal reclamo personal para verla, por un verano que tuve el privilegio de pasar allí cuando sólo tenía diecisiete años. Los tópicos se suceden, e incluyen chico con una especial sensibilidad y considerable creatividad artística, relación de autoengaño con su amiga inseparable, chico atrevido y rebelde que le ayuda a identificarse, acosos y animal de compañía con el que comparte sus más profundos secretos y anhelos, un hámster al que pone voz Isabella Rossellini. La presunta originalidad radica en el tratamiento que su debutante realizador da al conjunto, entre la fabulación y la paranoia, con música posmoderna y montaje supuestamente audaz, aunque en general todo recuerda y mucho a una de las primeras películas de Jake Gyllenhaal, Donnie Darko, pero menos marciana y trasladada al tema homosexual. No deja sin embargo de ser una crónica más de madurez y despertar sexual enfocado para públicos muy jóvenes y poco exigentes.

lunes, 28 de noviembre de 2016

UN AVVERTIMENTO AI GELOSI: MANUEL GARCÍA ENCUENTRA SU ESPACIO EN EL MAESTRANZA

Un avvertimento ai gelosi, de Manuel García. Rubén Fernández Aguirre, piano y dirección musical. Berna Perles, David Menéndez, Gustavo Peña, Borja Quiza, Marifé Nogales y José Manuel Guinot, intérpretes. Teatro de la Maestranza, domingo 27 de noviembre de 2016

Rubén Fernández Aguirre
Es un placer enfrentarse a un doble descubrimiento de música e intérpretes como el que disfrutamos en esta función, y que el balance sea tan positivo. La obra de García va poco a poco ocupando su lugar en el barrio donde nació. Esta es la segunda de sus óperas de cámara que se estrena en el Maestranza, esta vez gracias al Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid y a la iniciativa del pianista vasco Rubén Fernández Aguirre, que prepara ya una tercera, La Cinesi. Hace tiempo el coliseo sevillano programó otras dos óperas de García, Don Quijote y La muerte de Taso, así como la de cámara La isla deshabitada y la interpretación en un concierto de abono de la ROSS de la obertura de El Califa de Bagdad. La música de este tenor y empresario de origen sevillano ha vuelto a la sala principal de nuestro teatro, con medio aforo que no obstante superó al que cabe en la Sala Manuel García o en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional donde hace unos días tuvo lugar el estreno.

Berna Perlés
Con libreto de Giuseppe Maria Foppa, esta farsa giocosa inspirada en la comedia del arte ofrece generosas posibilidades para el lucimiento de la voz, con agilidades muy complejas y ornamentaciones con frecuencia casi imposibles, lo que la hace muy atractiva para intérpretes cultivados en el repertorio belcantista, a la vez que un reto considerable. Un elenco joven aunque experimentado, voces entusiastas y volcadas en una carrera que se augura solvente, puso en pie la función con sobrada competencia. Preferimos evaluar la labor de conjunto que cada uno y una de las voces por separado; un trabajo en equipo equilibrado y simpático en el que lucieron cada nota de la partitura, con timbres hermosos y sin estridencias, notable sentido del legato y la coloratura, un fraseo elegante y generosa exhibición de agilidades. Cabe destacar la finura de la soprano malagueña Berna Perles, la comicidad del bajo Borja Quiza, el brillo metálico del más familiar entre nosotros Gustavo Peña, la gracia de la mezzo Marifé Nogales y la compenetración de David Menéndez y José Manuel Guinot. Entre todos sumaron unos deliciosos números que fueron de duetos al sexteto final, Paz y amor, con saludable frescura y dominio de la técnica.

Faltó la escueta escenografía y vestuario del estreno en Madrid, pero no la efectiva dirección escénica de Ignacio García y Aurora Cano, que permitió a los intérpretes moverse con gracia y salero por el escenario. Fue divertida la coactuación con el director musical y pianista Rubén Fernández Aguirre, compenetrado con la partitura, a la que imprimió ritmo y agilidad, así como unas adecuadas dosis de lirismo, lográndose entre todos y todas una función muy disfrutable que conocerá en los próximos días su grabación en disco.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

ALIADOS Competente thriller romántico

Título original: Allied
USA 2016 124 min.
Dirección Robert Zemeckis Guión Steven Knight Fotografía Don Burgess Música Alan Silvestri Intérpretes Brad Pitt, Marion Cotillard, Lizzy Caplan, Matthew Goode, Jared Harris, Jason Matthewson, Angelique Joan, Sally Messham, Iain Batchelor, Miroslav Zaruba, Raphael Acloque, Angus Kennedy Estreno en Estados Unidos 23 noviembre 2016; en España 25 noviembre 2016

Hay quien quiere ver en esta película un remake de los clásicos de Hollywood que van de Casablanca a Encadenados, sin más. Zemeckis no se caracteriza sin embargo por hacer remedos de película, y ciertamente Aliados no lo es; Caboblanco o Habana sí intentaron emular el clásico de Michael Curtiz. Que coincida en algunos aspectos con las mencionadas y otras de similares características de la época dorada del cine, no la convierte en una recreación de aquel cine ni su estética. De lo que se trata es de realizar un thriller solvente y atractivo ambientado en la Segunda Guerra Mundial y en el sugerente y siempre intrigante mundo de los espías. El resultado es una película que devuelve lo mejor del cine americano, con suspense, romance, emoción y emotividad. Como suele ser habitual en el cine del director de Forrest Gump, el acabado formal es impecable, como ya demostraba con la asombrosa El desafío que le precede, con cada escena cuidada al milímetro y cada aspecto esmerado para producir un espectáculo de primera categoría. Cierto que su primera media hora, la que se desenvuelve en Casablanca, resulta más artificiosa y menos interesante que el resto, ya en Londres, donde la tensión que se genera va creciendo paulatinamente hasta desembocar en un clímax realmente conseguido. Las interpretaciones de Pitt y Cotillard contribuyen poderosamente a crear ese clima de intriga que caracteriza toda esta segunda y más larga parte, mientras Zemeckis y el preciso guión de Steven Knight (Promesas del este, Locke, El caso Fischer) aciertan a recrear un ambiente en el que cada día se debía vivir como si fuera el último, y buena prueba de ello son los excesos nunca antes vistos de la fiesta en casa de los protagonistas. Para terminar, por fin Alan Silvestri nos devuelve una partitura digna, melódicamente hermosa y capaz de potenciar la tensión allí donde se necesita.

THE NEON DEMON Cóctel estilizado de glamour y terror

Francia-USA-Dinamarca 2016 117 min.
Dirección Nicolas Winding Refn Guión Nicolas Winding Refn, Mary Laws y Polly Stenham Fotografía Natasha Braier Música Cliff Martínez Intérpretes Elle Fanning, Jena Malone, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman, Desmond Harrington Estreno en el Festival de Cannes 20 mayo 2016; en Francia 8 junio 2016; en Estados Unidos 24 junio 2016; en España 25 noviembre 2016

Sorprendió a propios y extraños con Drive, un absorbente thriller violento a la vez que estilizado, y nos decepcionó con la marciana Solo Dios lo sabe. Nicolas Winding Refn vuelve ahora luciendo marca (en los títulos de crédito destacan sus iniciales como antaño firmaban directores de la talla de Preston Sturges, Mitchell Leisen o Howard Hawks) y ofreciendo otra película sumamente estilizada y algo marciana, pero mucho más condescendiente y disfrutable que la anterior. Su particular viaje al caprichoso y vacío mundo de la moda se revela como una suerte de pesadilla onírica en la que se mezcla glamour, creatividad, necrofilia y canibalismo en un cóctel que sin embargo nunca resulta excesivo ni indigesto. Refn recrea ese mundo de superficialidad y belleza con sus mismos ingredientes, empezando por una fotografía nítida y tersa cual piel de afamada supermodelo, colores vivos y una música sugerente llena de erotismo con reminiscencias de Vangelis y la música disco electrónica, que le ha valido a Cliff Martínez el premio a la mejor banda sonora en el Festival de Cannes. Todo ello funciona como espectáculo sonoro y visual impecable al que hay que sumar la indiscutible belleza de su protagonista, muy bien flanqueada por el resto de las bellezas convocadas, dentro de un conjunto elegante y muy disfrutable que se puede interpretar inocentemente como una mirada al mundo implacable de la fama y la competencia, o simplemente como un ejercicio de estilo tan llamativo visualmente como vacuo de contenido, superficial como lo que retrata. Como curiosidades cabe destacar que se trata del primer film de Refn grabado en formato anamórfico, que alguien definió acertadamente el film como un cruce entre El valle de las muñecas y La matanza de Texas, y que un no acreditado Alessandro Nivola interpreta al diseñador Roberto Sarno, de clara inspiración en Tom Ford.

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA REINA DE ESPAÑA Homenaje al Cine y a España de un hombre apasionado

España 2016 128 min.
Guión y dirección Fernando Trueba, según los personajes creados por Rafael Azcona, David Trueba, Miguel Ángel Egea y Carlos López Fotografía José Luis Alcaine Música Zbigniew Preisner Intérpretes Penélope Cruz, Antonio Resines, Chino Darín, Ana Belén, Neus Asensi, Santiago Segura, Javier Cámara, Jorge Sanz, Rosa María Sardá, Mandy Patinkin, Clive Revill, Cary Elwes, Arturo Ripstein, Jesús Bonilla, Ramón Barea, Carlos Areces, Anabel Alonso Estreno 25 noviembre 2016

Sin ser santo de mi devoción, he de reconocer que Fernando Trueba es un apasionado, y eso siempre es sano y bienvenido. Tanto cuando crea un género cinematográfico tan distintivo como la comedia madrileña, y al margen del almodovarismo que se imponía en la misma época, como cuando refleja su amor al jazz latino en Calle 54 o Chico y Rita, al cine francés en El pintor y la modelo o al cine clásico americano de gente como Billy Wilder o John Ford, Trueba siempre evidencia un amor profundo al cine, otra cosa es que triunfe o no con ello. La secuela de la exitosa La niña de tus ojos ha sido injustamente maltratada por la mezquina crítica española, no sabemos muy bien si como consecuencia quizás de las polémicas declaraciones de su director cuando dijo que no se sentía español, o simplemente por esa horrible costumbre que tenemos en este país de condenar todo lo nuestro y celebrarlo sólo cuando ya es tarde. Dicen que sin Azcona el espectáculo deviene en fracaso; no sé si se dijeron muchas lindezas sobre el reputado guionista en su momento, o sólo ahora es objeto de tanto culto. Lo cierto es que se nos antoja que si esta película fuera francesa otra cosa hubiera hecho la crítica de su país. Aquí es lo que hay, y aunque toda la cinta rezuma pasión y nostalgia, y constituye un festín para cualquier cinéfilo mínimamente puesto en cine americano clásico y cine español del franquismo, nuestra querida crítica la está tratando con la punta del pie. Hay que agradecer a Trueba que haya contado con el equipo artístico de la original, y que éste se haya plegado al espectáculo con complacencia, sin pudor, sin estridencias y con mucho cariño. Ha añadido nuevas presencias que han refrescado el ambiente, y ha dotado al conjunto de un formidable acabado formal en el que hay que destacar la estupenda ambientación, los detalles de los entresijos de rodaje de aquellas coproducciones del supuesto aperturismo franquista, especialmente en lo que respecta a trucos de dirección artística, y nos regala momentos impagables como esa Penélope Cruz suplantando a Jeanne Crain en La pradera sin ley junto a Kirk Douglas. Una Penélope Cruz que luce como una auténtica estrella, radiante y divertida, y asume con desparpajo y una profesionalidad encomiables el reto de largar algunas de las frases más memorables del cine español reciente, aún presumiendo de ordinaria. Quizás podría haberse añadido más mordiente a las críticas al fascismo, ya sea en el personaje central de la película dentro de la película, Isabel la Católica, o al régimen franquista, y que se podría haber mejorado la resolución de algunas secuencias claves (la evasión del Valle de los Caídos es ciertamente penosa), pero al fin y al cabo se trata de hacer cine amable y nostálgico, y Trueba lo consigue con buena nota y sin rechinar. Aunque impera el tono de comedia, no se puede negar que Trueba ha conseguido impregnar al conjunto de cierto aire tristón y grisáceao que se extiende a un argumento en el que se pone de relieve la lacra del fascismo, del autoritarismo en general, sea del signo que sea, y el tormento que genera en un pueblo condenado a zombi, lo que hace saludable que nos sintamos aliviados cuando desaparece cualquiera de sus artífices. Con todo, lo peor de toda la función es la música del reputado Zbigniew Preisner, que nos regaló bandas sonoras memorables en el pasado, como las que compuso para Kieslowski, pero que en esta ocasión no atina a ilustrar en su medida las imágenes a las que acompaña, pareciendo que una y otra cosa vayan por caminos distintos. Entre los numerosos cameos (Aida Folch, Juan Antonio Bayona, Gemma Cuervo, Guillermo Toledo, Secún de la Rosa, Diana Peñalver, Julián Villagrán entre ellos), algunos son difíciles de identificar en un primer visionado. El mismo día que se estrenaba esta película desaparecía de escena otro gran opresor de la humanidad, y unos días antes lo hacía alguien que con su presunta actitud ayudó a vaciar las arcas españolas, las que ayudan a miles de gente en este país que no tiene con qué alimentar a sus familia, y se creyó dueña de una ciudad y sus habitantes. No caben minutos de silencio ni condolencias para esta gente, sólo lo que Macarena Granada le espeta en toda la cara al generalísimo, gracias no a no sentirse española, sino a acogerse a otra nacionalidad para librarse de tanta miseria, sobretodo moral.

LOS EXÁMENES Inquietante fábula sobre un desesperado Fausto

Título original: Bacalaureat
Rumanía-Francia-Bélgica 2016 128 min.
Guión y dirección Christian Mungiu Fotografía Tudor Vladimir Panduru Intérpretes Adrian Titieni, Maria-Victoria Dragus, Rares Andrici, Lia Bugnar, Malina Manovici, Vlad Ivanov, Alexandra Davidescu, Petre Ciubotaru, Gelu Colceag Estreno en el Festival de Cannes 19 mayo 2016; en Rumanía 20 mayo 2016; en España 25 noviembre 2016

Hace una década el realizador rumano Christian Mungiu nos asombró con 4 meses, 3 semanas, 2 días, una amarga, ácida y desasosegante crónica de la sociedad y política rumana de los ochenta a través de la historia de una joven decidida a abortar. Ahora vuelve a dar en la diana denunciando una situación trasladable a cualquier país y circunstancia contando para ello una historia que en sí misma encierra ya un incuestionable valor cinematográfico. Prueba de que Europa no está haciendo los deberes bien en cuanto a promoción de su cine y su cultura es que películas como ésta no lleguen a un mayor número de espectadores y cuenten con una distribución limitada en el mejor de los casos; porque nada hay en este film que debiera hacer huir al público, hasta el punto de que estamos seguros que si fuera americana y con estrellas de relumbrón como protagonistas, la taquilla caería rendida a sus pies. Su historia por sí misma ya engancha suficiente, con la odisea de un padre por procurarle un futuro mejor a su hija tras un desafortunado incidente que pone en jaque sus proyectos profesionales y de vida. A lo largo de algo más de dos horas asistimos al desmoronamiento personal y moral de un médico que creía tenerlo todo bajo control pero al que el sistema arrastra a firmar un pacto con el diablo para que todo el esfuerzo anterior a los acontecimientos relatados no resulte en vano. Se llama Romeo y quizás por eso está rodeado de hermosas mujeres, pues Mungiu no quiere manipular nuestros sentimientos recurriendo al feísmo. Bien está que denuncie la capacidad económica de un colectivo profesional tan imprescindible como el sanitario, situándolo en barrios marginales y dependiente de becas para lograr el sueño de sus hijos, o de ellos mismos. Pero por lo demás no resulta difícil identificarse con una sociedad maltratada y sometida a un poder cada vez más agresivo, corrupto y lamentable, un lastre que se refleja en las caras abnegadas de quienes un día albergaron alguna esperanza de cambiar las cosas y finalmente se ha abandonado a su suerte merced a una presión incluso internacional que ha olvidado que a este mundo debiéramos llegar para disfrutar y no para tanto sufrimiento. En definitiva, una clase media, la que se permite reflexionar y luchar, a la que poco a poco le van dando sepultura. Mungiu a pesar de todo no exagera situaciones ni personajes, recreando su historia con los mayores atractivos posibles para que el fin, que es concienciar sobre una situación global que tenemos la obligación de cambiar, triunfe. Su realización tiene ritmo y precisión, mientras la tensión va gradualmente creciendo, aunque sea a fuerza de símbolos en principio inexplicables, como el acoso que sufre su protagonista no se sabe de dónde ni de quién, y que reflejan el desmoronamiento de toda una sociedad conformista y resignada a lo que se quiera hacer de ella, como demuestra una juventud desorientada y desesperanzada. Quizás por eso Romeo y su esposa siempre escuchan lírica barroca, mientras la graduación final del título da pie a unos títulos de crédito ilustrados con intrascendente y machacona música pop para borregos irredentos. Mungiu logró en Cannes el premio a la mejor dirección, ex-aequo con Olivier Assayas por Personal Shopper, y está nominado también como director y guionista en los Premios del Cine Europeo que se fallan el próximo mes.

sábado, 26 de noviembre de 2016

JONATHAN Un drama inconexo y poco inspirado

Alemania 2016 99 min.
Guión y dirección Piotr J. Lewandowski Fotografía Jeremy Rouse Intérpretes Jannis Niewöhner, André Hennicke, Julia Koschitz, Thomas Sarbacher, Barbara Auer, Max Mauff, Leon Seidel Estreno en el Festival de Berlín 12 febrero 2016; en Alemania 6 octubre 2016; en el Festival Andalesgai de Sevilla 25 noviembre 2016

Una película tan pretenciosa como discursiva que podría haber sido un ejercicio interesante sobre la homosexualidad en un ámbito rural inocente y libre de las tentaciones urbanas, como crónica de la naturalidad de una tendencia que no se adquiere sino con la que se nace. Sin embargo el film intenta avanzar por tres derroteros: el descubrimiento del amor y de un secreto familiar como reflejo de la pérdida de la inocencia, la enfermedad como redención y reajuste de afectos, y el reencuentro con un amor de juventud que se revela como lo más interesante y atrevido del conjunto. Lastrado por un ritmo premioso, escasas ideas que transmitir, a pesar de esta triple línea de trabajo, cierto regodeo en la miseria de la enfermedad hasta un punto indecente, y una duración que a pesar de apenas sobrepasar la hora y media se antoja demasiado larga, el film transcurre sin pena ni gloria, amenizada por ese eterno ambiente primaveral que parece dominar las producciones románticas que nos llegan de países tan fríos como los del norte de Europa, y las consabidas bellezas aseadas de esos lares. El empeño de acentuar la necesidad de huir del personaje central, a través del vuelo nervioso de mariposas atrapadas en interiores o en telas de araña, deja bien clara la torpeza pretenciosa de su debutante director, entrenado en varios cortos y una serie de televisión.

jueves, 24 de noviembre de 2016

SALVATION ARMY Exótica crónica de la homosexualidad en Marruecos

Título original: L’armée du salut
Francia-Marruecos-Suiza 2013 82 min.
Guión y dirección Abdellah Taïa, según su propia novela Fotografía Agnes Godard Intérpretes Said Mrini, Karim Ait M’hand, Amine Ennaji, Frédéric Landenberg, Hamza Slaoui, Malika El Hamoui, Abdelhak Swilah Estreno en el Festival de Venecia 3 septiembre 2013; en Francia 7 mayo 2014; en Festival Andalesgai de Sevilla 23 noviembre 2016

El escritor marroquí afincado en Francia Abdellah Taïa, que cuenta entre sus méritos ser uno de los pocos intelectuales de su país que se ha declarado abiertamente homosexual, adapta uno de sus más aclamados libros y de paso debuta en la dirección cinematográfica. El resultado es una película tibia en la que narra sus experiencias de adolescente rodeado de una familia de fuerte presencia femenina, una madre con enorme personalidad pero inevitable víctima de violencia doméstica, y una sociedad hipócrita en la que encuentra fácil desahogo para su precoz apetito sexual en la clandestinidad. Su atracción por el hermano mayor y sus posteriores escarceos con turistas suizos potenciarán su sensibilidad artística hasta desembocar, ya adulto, en Europa, donde se forma y reside. Todo rodado con parquedad de gestos y ritmo pausado, además de un evidente sentido estético que se aprecia en los colores ocres y la preciosista fotografía que ilustra paisajes de interior y mar. Se agradece el gesto de hablar de homosexualidad en un continente tan de espaldas a la realidad, aunque la narración vaya a la deriva del lugar común, sin añadir novedad alguna a una inconografía que desgraciadamente ya conocemos de antemano.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EL CIUDADANO ILUSTRE Más cerca de la ficción que de la realidad

Argentina-España 2016 118 min.
Fotografía y dirección Mariano Cohn y Gastón Duprat Guión Andrés Duprat Música Toni M. Mir Intérpretes Óscar Martínez, Danny Brieva, Andrea Friegerio, Belén Chavanne. Nora Navas, Iván Steinhardt, Manuel Vicente, Marcelo D’Andrea, Gustavo Garzón, Emma Rivera Estreno en el Festival de Venecia 4 septiembre 2016; en Argentina 8 septiembre 2016; en España 18 noviembre 2016

En Stardust Memories Woody Allen interpretaba a un director de cine que, invitado a un festival de cine de una pequeña localidad, lidiaba con provincianos, intelectuales pedantes, gente extravagante y toda clase de fauna mientras le asaltaban recuerdos de amores perdidos y se enfrentaba a locas fanáticas empeñadas en compartir cama con él. Algo parecido le ocurre a Óscar Martínez (Relatos salvajes, Capitán Kóblic, Paulina) en esta nueva película del bien avenido tándem de realizadores Mariano Cohn y Gastón Duprat tras el éxito obtenido con la minimalista y desasosegante El hombre de al lado. En esta ocasión se trata de un Premio Nobel de Literatura que muestra ya sus credenciales en el discurso inicial de aceptación como cínico e hipócrita intelectual que desprecia el premio como ocaso de la creatividad y aceptación de una posición de privilegio libre ya de cualquier tipo de crítica o animadversión. Afincado en la cómoda y cosmopolita Europa, en concreto Barcelona, decide aceptar la invitación a su pueblo natal, donde pasó sus primeros años de infancia y adolescencia tortuosa y que le sirvió de escenario e inspiración de su laureada literatura, de entre una larga serie de compromisos no atendidos. Su viaje desde Buenos Aires a la localidad se convierte en premonitorio cuando el coche les deja a él y al conductor en medio de la nada. Porque allí es donde va a desembocar el escritor, primero objeto de orgullo y todo tipo de grotescos homenajes, para después convertirse en víctima del reproche y la rabia generalizada. A medio camino del drama y la comedia, gracias a las situaciones tan grotescas planteadas, la cinta analiza el papel de la cultura y el progreso en ámbitos antagonistas, el borreguismo y el auge de los fascismos, pero lo hace quizás acentuando en exceso los comportamientos estridentes de sus personajes, a menudo reducidos a la caricatura. Merece destacarse por supuesto la excelente interpretación de Martínez, Copa Volpi al mejor actor en Venecia, así como la acidez del guión de Andrés Duprat. La puesta en escena sin embargo no fomenta el carácter satírico de una obra que se apoya exclusivamente en el diálogo y la caracterización, sin alardes técnicos ni artísticos que dieran un mayor empaque a una producción que no necesariamente tiene que parecer tan discreta y humilde. El tramo que va de ese tono descreído del discurso inicial al más comprometido, sincero y acertado del final sobre el papel de la verdadera cultura, no la institucionalizada sino la que da carácter a nuestros pueblos, constituye el grueso de una película que no siempre logra reflejar ese proceso de concienciación que sufre su protagonista. Espiga de Plata y mejor guión también en la Seminci.

lunes, 21 de noviembre de 2016

LA LLEGADA Cara o cruz del bucle de la vida

Título original: Arrival
USA 2016 116 min.
Dirección Denis Villeneuve Guión Eric Heissener, según el relato “The Story of Your Life” de Ted Chiang Fotografía Bradford Young Música Jóhann Hóhannsson Intérpretes Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O'Brien, Tzi Ma, Abigail Pniowsky, Jadyn Malone, Julia Scarlett Dan Estreno en el Festival de Venecia 1 septiembre 2016; en Estados Unidos 11 noviembre 2016; en España 18 noviembre 2016

El tiempo dirá si nos encontramos ante una obra maestra o simplemente una tomadura de pelo, pues todo en esta película es susceptible de ataque o adoración. De lo que no cabe duda es de que se trata de una obra singular, distinta y original en la que sin embargo podemos hallar diversas influencias. Por un lado su acabado formal y estilo narrativo entronca con el cine de Kubrick y Malick, con el recurrente On the Nature of Daylight de Max Richter abriendo y cerrando el film mientras una hipnótica banda sonora de Jóhann Jóhannsson se encarga de ilustrar el resto. Por otro lado su temática nos hace recordar títulos tan significativos como Encuentros en la tercera fase, Contacto o Señales. Si el proceso técnico que la lingüista protagonista y su partenaire físico llevan a cabo para desentrañar los misterios de comunicación de unos extraterrestres apalancados en la Tierra sin que se conozcan sus intenciones, responde a una lógica científica o es mera conjetura queda también al análisis concienzudo o no de su alambicada trama. Que se aparte tanto del género tal como hoy se aborda la ciencia-ficción a fuerza de increíbles efectos visuales y acción trepidante, no deja de ser tan fresco como posiblemente pretencioso. Y así un sinfín de consideraciones en esta sorprendente obra son susceptibles de amor y odio, según se mire. De lo que no cabe duda es de que Amy Adams realiza un trabajo impecable, aunque su personaje esté anclado en el arquetipo de mujer traumatizada que encuentra en el reto que se le ha asignado el antídoto y solución a su sufrimiento, así como la sensibilidad para asumirlo y sacar conclusiones existencialistas, algo que no hace mucho veíamos en Sandra Bullock y Gravity. Al final todo el artificio narrativo y visual gira en torno precisamente a una de sus principales características, la del tiempo, que en el film es ciertamente premioso mientras en su tesis conjuga recuerdos y presagios como ayuda para sobrellevar la dura carga de la vida en línea horizontal y no en ascendente y vertical. Villeneuve, actualmente rodando la secuela de Blade Runner, logra un film a ratos fascinante (el arranque es literalmente majestuoso), otros lírico, imaginativo y sin duda complejo que le deparará más fortuna que desaire, a pesar de que hace años y por derroteros similares encontró con la muy estimable Enemy el fracaso y el desprecio. Aquí se tratan temas muy interesantes como la capacidad del lenguaje y la comunicación, cómo define nuestro comportamiento y relaciones con semejantes, o la necesidad de un liderazgo mundial que priorice la razón por encima de la fuerza. Y en medio de todo ello soluciones plásticas de evidente gusto artístico, como los diseños chinescos que emiten los extraterrestres para comunicarse, en un conjunto que no deja indiferente e invita a la reflexión y el análisis, que no es poco.

domingo, 20 de noviembre de 2016

TEATRO, CIRCO Y RECITAL POÉTICO EN EL SEGUNDO CONCIERTO DE CÁMARA DE LA ROSS

2º concierto de la XXVII Ciclo de Música de Cámara de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Katarzyna Wróbel, violín. Robert Thompson, violonchelo. Juan Ronda, flauta. Miguel Domínguez, clarinete. José Forte, trompeta. Antonio Pérez, saxo. Ignacio Martín, percusión. John Durant, narrador. Programa: El jardinero de Samos, de Ibert; Circus Parade, de Dubois; Façade, de Walton. Espacio Turina, domingo 20 de noviembre de 2016

John Richard Durant
A pesar de lo mucho que nos gusta la intimidad y el recogimiento que ofrece la Sala Manuel García para estos conciertos de cámara de la Sinfónica, no podemos negar la excelencia acústica que para este tipo de manifestaciones ofrece el Espacio Turina de la calle Laraña, como muy bien apuntó Victoria Stapells, patrocinadora del ciclo a través del English Language Institute, en una introducción en la que recordó con nostalgia los magníficos conjuntos y solistas que nos visitaron mientras la Fundación Cajasol mantuvo en cartel su ciclo camerístico. Unos conciertos que al contrario de los que ofrece la ROSS y la Barroca, casi nunca llenaban el discreto aforo de la sala, y es que el público sevillano es muy devoto de lo suyo, y no todo lo suyo.

Un singular programa marcó esta segunda cita de la temporada que combinó música escénica con otra de estética circense y la que Walton ideó en torno a los poemas de su amiga Edith Sitwell. Le jardinier de Samos de Jacques Ibert ya asomó en este mismo espacio en marzo pasado de la mano de Maxim Emelyanychev y la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Saïd. En esta ocasión los músicos de la Sinfónica alcanzaron un elevado nivel de diálogo y compenetración, logrando transmitir su carácter cómico en una interpretación limpia, vivaz y llena de sensibilidad. Antonio Pérez al saxo alto logró en el Circus Parade de Pierre Max Dubois un trabajo ágil, jovial y desenfadado, atacando sus complejas texturas con la maestría de un virtuoso experimentado. Los continuos cambios de tiempo, registro y color de la pieza encontraron respuesta perfecta en una interpretación brillante, tan disfrutable para los intérpretes, con un espléndido y sutil Ignacio Martín a la percusión, como para el público.

El jazzista Antonio Pérez
Hubiera sido un detalle traducir los complejos poemas dadaístas que inspiraron Façade de William Walton, célebre por sus bandas sonoras para clásicos de Shakespeare dirigidos por Laurence Olivier, y proyectarlos u ofrecerlos en octavillas para mayor disfrute del público. Por otro lado, aunque espléndido y muy expresivo, el director John Durant como narrador acusa ceceo en su dicción, a pesar de lo cual aplaudimos su vibrante y entonado trabajo en esta pieza al estilo de los recitados de Frederick Loewe a los que pusieron voz Rex Harrison (My Fair Lady) o Richard Burton (Camelot). Los músicos bordaron el carácter festivo de la pieza, recreando con igual acierto su espíritu cabaretero, de folclore latino o foxtrot, con sentido del ritmo, elegancia y ese preciso eco de las palabras en el que consiste esta singular pieza del autor de El festín de Baltasar, con especial mención para un soberbio José Forte a la trompeta.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

EL VIRUS DEL MIEDO Conciso ejercicio sobre el control a través del miedo

Título original: El virus de la por
España 2015 75 min.
Dirección Ventura Pons Guión Josep María Miró y Ventura Pons, según la obra del primero “El principio de Arquímedes” Fotografía Andalu Vila-San-Juan Intérpretes Roser Batalla, Rubén de Eguia, Aslbert Ausellé, Santi Ricart, Diana Gómez, Xavier Pujolrás, Anna Azcona Estreno limitado en salas comerciales 18 septiembre 2015; en Sevilla dentro de la programación del XII Festival Andalesgai 19 noviembre 2016

Basada en una obra teatral de éxito aquí y fuera de España, la última película estrenada de Ventura Pons apenas ha tenido repercusión en nuestra cartelera, relegada a unas pocas ciudades y circuitos muy limitados, a pesar de contar una historia de sumo interés y hacerlo con unos recursos concisos y precisos a la vez que muy efectivos. Los medios de comunicación siguen demostrando una y otra vez por qué se denominan cuarto poder, controlando y dominando a la ciudadanía a través del fomento de miedos que atacan nuestra vulnerabilidad y nos hacen más débiles de cara a enfrentarnos a quienes realmente fustigan nuestro día a día. Hoy asistimos perplejos a una oleada de crímenes de pederastia que nos abruman y perturban como si fuera un fenómeno reciente sin apenas cabida en el pasado de nuestra comunidad. Hace algunas décadas era la delincuencia callejera e inspiraba películas como Miedo a salir de noche. Son modas que van más allá de la mera coyuntura para asentarse en nuestro subconsciente y generar auténtica alarma social. Los medios las fomentan y las nuevas tecnologías facilitan su mayor y más efectiva propagación. El beso, quién sabe si inocente o malintencionado, de un monitor de natación a su infante alumno, genera rápidamente un juicio moral que desata la furia que llevamos dentro. La indagación por parte de la directora del centro deportivo en el que se suceden los hechos, da pie a una inquietante e intensa película de cámara en la que sobresale un texto ejemplar, unas interpretaciones impecables, a pesar de la tendencia a la sobreactuación del hermoso protagonista, y un juego en la estructura y la dosificación de los tiempos que potencia el carácter perturbador del conjunto y el suspense reinante en la función. Película sabia y concisa que, al igual que la obra que le sirve de referencia, protagonizada en las tablas barcelonesas por el mismo elenco seleccionado para el film, logra entrar en la génesis y las consecuencias de una información mal divulgada, una justicia preconcebida y administrada que deja en paños menores la presunción de inocencia, y lo que es peor, la constatación de esa sensación de manipulación a la que nos vemos sometidos y sometidas la ciudadanía en favor de unos poderes fácticos ávidos de control y del aumento de sus áreas de intervención.

sábado, 19 de noviembre de 2016

ANIMALES FANTÁSTICOS Y DÓNDE ENCONTRARLOS Buen entretenimiento visual pero sin alma

Título original: Fantastic Beasts and Where to Find Them
Reino Unido 2016 133 min.
Dirección David Yates Guión J. K. Rowling, según su novela Fotografía Philippe Rousselot Música James Newton Howard Intérpretes Eddie Redmayne, Katherine Waterston, Dan Fogler, Alison Sudol, Colin Farrell, Carmen Ejogo, Samantha Morton, Ezra Miller, Ron Perlman, Jenn Murray, Faith Wood-Blagrove, Zoë Kravitz, Peter Breitmayer, Dan Hedaya, Jon Voight, Josh Cowdery, Johnny Depp Estreno simultáneo en Reino Unido, Estados Unidos y España 18 noviembre 2016

Con Newt Scamander el universo mágico creado por J. K. Rowling viaja en el tiempo y el espacio, a finales de los años veinte del pasado siglo en Nueva York, con un personaje que sólo aparece en los episodios de Harry Potter referido, concretamente en un retrato colgado en Hogwarts en La cámara secreta. Se trata de un magizoólogo que estudia especies de animales repartidos por los cinco continentes en esos mundos paralelos a los de los humanos en los que habitan magos y hechiceros. Esta primera aventura basada en el libro escrito por Rowling se ambienta en un Nueva York minuciosamente recreado gracias a los asombrosos avances de la infografía, lo que se erige en uno de los principales atractivos de una película cuidada en todos sus aspectos artísticos, fotografía del prestigioso Philippe Rousselot y lírica e inspirada música de James Newton Howard incluidos, y su multiestelar reparto, con el oscarizado Eddie Redmayne y la joven Katherine Waterston, hija de Sam Waterston (El gran Gatsby, Hannah y sus hermanas), a la que hemos visto en Steve Jobs y Puro vicio y pronto veremos en la nueva entrega de Alien, a la cabeza. El episodio tiene además la virtud de sugerir mundos paralelos que podrían existir si con ellos diéramos explicación a fenómenos tan sorprendentes como los sueños o los deja-vu, por poner algunos ejemplos. También merece el retrato que hace de Estados Unidos, donde incluso en ese universo mágico paralelo hay pena de muerte y prejuicios de distinta índole que tanto caracterizan al pueblo que acaba de elegir como su presidente al infame Donald Trump. Para poner todo esto en pie se ha tenido el acierto de contar con el responsable de todos los episodios de Harry Potter que van de La orden del Fénix a Las reliquias de la muerte, aunque también dirigiera la pésima La leyenda de Tarzán. De cualquier modo tampoco importa quién la dirija porque como suele ser habitual en el actual cine de fantasía y acción, parece comandada por un ordenador sin alma ni apenas emoción. Es la consecuencia de la paulatina combinación entre cine y videojuego que ha ido sufriendo la industria del entretenimiento, lo que no quita que se trate de un título estimable, trepidante y vistoso, con buenas dosis de imaginación y creatividad, y las consabidas gotas de humor a través de los personajes interpretados por Dan Fogler y Alison Sudol. La aparición episódica de Johnny Depp en otro personaje apuntado en la saga de Harry Potter, Grindewald, sugiere la sucesión de inevitables secuelas.

AMOR Y AMISTAD Intrigas amorosas pijas

Reseña de la película, estrenada en el XIII Festival de Cine Europeo de Sevilla el 8 de noviembre de 2016

viernes, 18 de noviembre de 2016

EL CALOR DE LA FAMILIA EN EL 4º CONCIERTO DE ABONO DE LA ROSS

4º Concierto de la 26ª temporada de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Sarah Roper, oboe. Éric Crambes, solista, concertino y director. Programa: Idilio de Sigfrido, de Wagner; Concierto para oboe, de Vaughan-Williams; Serenata nº 7 “Haffner”, de Mozart. Teatro de la Maestranza, jueves 17 de noviembre de 2016

Aparte de los conciertos de apertura del curso académico de la Universidad, no recuerdo que Éric Crambes haya dirigido a la Sinfónica en uno de abono. Para la ocasión, como ocurre cada vez que toma las riendas en esas citas en Ingenieros, contó con una plantilla reducida, al menos en una primera parte dominada por un aire sosegado y sutil de la mano de Wagner y el rara vez programado Vaughan-Williams, que casualmente esta semana suena también en los atriles de la Bética de Cámara. Crambes optó por una solución práctica y humilde, manteniéndose en su puesto habitual como concertino en lugar de destacar sobre el podio, mientras sus compañeros y compañeras le arroparon a él y a la espléndida oboísta también de plantilla, Sarah Roper, con todo el cariño y la consideración que merecen, las misma con la que atendimos el público asistente. Todo quedó al calor de la familia, que es el que más calienta.

Compuesto por Wagner como regalo de cumpleaños para su esposa Cosima y celebración retrospectiva del nacimiento de su hijo, el Idilio de Sigfrido, basado en temas de la ópera y un cuarteto abandonado y dominado por una hermosa canción de cuna, encontró el tono sereno y la tierna delicadeza que demanda en manos de Crambes, que sin embargo acusó languidez en varios pasajes y no logró extraer de la pieza su espíritu hechizante ni la tensión que asoma ocasionalmente. En el Concierto para oboe del compositor inglés Vaughan-Williams acertaron tanto la solista como la cuerda, empatizando y respetándose para conseguir esa atmósfera mística y relajada que exuda la música del autor de The Lark Ascending. Se trata de un trabajo distinguido y cautivador, que parte de material desechado de su quinta sinfonía, en el que Roper desplegó toda su sabiduría al instrumento, poderosa capacidad virtuosística y delicadísimo fraseo, destacando el complejo scherzo final en lirismo e intensidad poética. El nº 6 de la Metamorfosis según Ovid de Britten, dedicado al dios Pan, sirvió como propina.

Más una combinación de sinfonía y concierto para violín que una serenata propiamente dicha, la Haffner fue abordada por Crambes y una mayor plantilla, siempre dentro de los márgenes de una orquesta clásica, con criterios más cerca de la antológica grabación de Karl Böhm que de los actuales criterios historicistas. El resultado hizo honor a la imponente paleta de colores que van del resplandor más brillante a los más sutiles matices, y que evidencian la intención de Mozart por reafirmarse como compositor de enorme talento. Crambes como solista lució tanto refinamiento como vibrante agitación, con asombrosas cadencias, flexibles modulaciones y vigorosa expresividad, y sin abandonar su puesto de concertino. La orquesta se plegó impecablemente a sus cambiantes estados de ánimo y abundantes contrastes en una interpretación memorable de esta magnífica página.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 16 de noviembre de 2016

LAS FURIAS Un seudobergman desquiciado

España 2016 125 min.
Guión y dirección Miguel del Arco Fotografía Raquel Fernández Nuñez Música Arnau Vilá Intérpretes José Sacristán, Mercedes Sampietro, Bárbara Lennie, Carmen Machi, Pere Arquilé, Macarena Sanz, Emma Suárez, Gonzalo de Castro, Alberto San Juan, Elisabet Gelabert, Rául Prieto Estreno en el Festival de Valladolid 22 octubre 2016; en salas comerciales 11 noviembre 2016


Furias desatadas son lo que nos ofrece el prestigioso director teatral Miguel del Arco en su debut en la dirección de largometrajes. Un primer largo que ya se anuncia así en los títulos de crédito y que ha provocado cierta expectación entre la gente de la profesión, incluida una crítica que se ha rendido casi unánimemente a sus dudosos méritos. Para contarnos la historia de una familia desestructurada de clase media, faranduleros y psiquiatras, en una infernal reunión en casa de campo, nada más bergmaniano en sus postulados, del Arco echa mano de todo un arsenal de traumas, malos rollos e histerias variadas que dan como resultado un producto indigesto con el que es difícil comulgar. Uno se pregunta para qué el acento argentino de Bárbara Lennie, o por qué Mercedes Sampietro lleva una peluca tan horrorosa, y quizás la respuesta esté en acentuar el carácter grotesco de una película excesiva y cansina en la que Sacristán tiene alzheimer, la joven Macarena Sanz una psicopatía, Carmen Machi resulta improbable por edad y físico como hija de Sampietro, y los cambios de talante de Gonzalo de Castro hacen difícil creerse su personaje. Actores y actrices todos ellos y ellas que representan lo más granado del cine español, y que colaboran en esta ópera prima por su relación con el director, bajo cuyas órdenes se han puesto en más de una ocasión sobre el escenario. Más que dramáticas, sus situaciones son ridículas y a veces casi provocan risa; no lo hacen del todo porque el drama de perder dos horas ante semejante despropósito se impone sobre las ganas de reír. Incluso su muy elaborada música resulta excesiva y en muchas ocasiones inadecuada. Es además muy pretenciosa, como se puede apreciar en las numerosas citas teatrales que contiene. Por cierto, el título ya ha servido en otras ocasiones para bautizar otras películas, la más memorable una que dirigió Anthony Mann en 1950 y tuvo como protagonista a Barbara Stanwyck.

lunes, 14 de noviembre de 2016

SULLY La grandeza del Cine

USA 2016 95 min.
Dirección Clint Eastwood Guión Todd Komarnicki, según el libro de Chelsey Sullenberg y Jeffrey Zaslow Fotografía Tom Stern Música Christian Jacoby y Tierney Sutton Band Intérpretes Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Anna Gunn, Mike O'Malley, Sam Huntington, Jeff Kober, Chris Bauer, Michael Rapaport, Holt McCallany Estreno en Estados Unidos 9 septiembre 2016; en España 4 noviembre 2016

Lo vimos en televisión hace unos años, aquí más como noticia curiosa y amable que como el gran acontecimiento que se vivió según parece en Estados Unidos. Un piloto había conseguido amerizar en el Río Hudson tras sufrir un choque con unas aves que destrozaron los dos motores del avión, consiguiendo así salvar la vida de toda la tripulación y el pasaje, ciento cincuenta personas en total. Como en la película de Robert Zemeckis posterior a este hecho heroico, El vuelo, la decisión de este singular comandante será puesta en entredicho, en este caso por la compañía aérea y el seguro, pretendiendo así evitar el enorme coste que supuso el destrozo del aparato. Pero los hechos, por sorprendentes y heroicos que parezcan, no cobran la humanidad y la emoción que merecen hasta que el cine pone en ellos la mirada, y no cualquier mirada sino la de un maestro como Clint Eastwood. La minuciosa reconstrucción de tres minutos que salvaron tantas vidas, y la del desastre que hubiera podido suponer haber tomado otra decisión para resolver la crisis, contribuyen a hacer de éste uno de los trabajos técnicamente más depurados del director de Gran Torino. Pero es la emoción en la mirada, especialmente en esos momentos críticos y la posterior y muy emocionante evacuación de los pasajeros, donde el film cobra toda su grandeza y adquiere ese tono épico que la convierten en una experiencia única. Eastwood homenajea así no sólo al gran héroe americano que tanto gusta en el país de la hamburguesa, sino que deja claro con ese magisterio que le caracteriza, que en la proeza contribuyeron profesionales de salvamento de varios ámbitos, y que de la labor de equipo y su buena sincronización surgió el milagro. Y a diferencia de las típicas películas de catástrofe, cada persona que interviene en la gesta rebosa humanidad, tiene su propia personalidad, no son meros figurantes. Conseguir eso de personajes que apenas aparecen en pantalla unos segundos sólo lo consiguen los grandes artistas. Para Hanks es su primera película con Eastwood, lo que añade grandeza, porque independientemente de caer bien o mal, se trata de un gigante de la interpretación y su trabajo suma siempre, logrando transmitir y enseñar la actitud de un personaje que encuentra en el equilibrio y la compostura la fuerza de la razón, pues afrontar tanta mezquindad cuando sólo merece agradecimiento, y hacerlo con esa flema, sólo lo consiguen quienes tienen el privilegio de controlar sus emociones. El retrato de una heroicidad, contado a partir del libro escrito por sus propios protagonistas, la espectacularidad de la recreación de los hechos, el mimo con el que están tratados los personajes, la emoción de la supervivencia perfectamente plasmada, la aportación de una de las mejores bandas sonoras del 2016, y la emotividad reinante en todo el conjunto, convierten a ésta en una de las películas del año. Lástima que Eastwood sea pro Trump, será porque... nadie es perfecto. Lo que viene a demostrar sin duda que todos y todas merecemos respeto y tolerancia.

AMERICAN HONEY Interminable autopista a la autoliberación

Reseña de la película, estrenada en el XIII Festival de Cine Europeo de Sevilla el 6 de noviembre de 2016

sábado, 12 de noviembre de 2016

MÁXIMO RENDIMIENTO EN EL 3º CONCIERTO DE TEMPORADA DE LA ROSS

3º concierto de la 26ª temporada de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Ketevan Kemoklidze, mezzosoprano. John Axelrod, director. Programa: Danza de la venganza de Medea Op. 23A, de Barber; La muerte de Cleopatra, de Berlioz; Suite nº 1 de Belkis, Reina de Saba, de Respighi; Danza de los siete velos de Salomé, de Strauss. Teatro de la Maestranza, viernes 11 de noviembre de 2016

Ketevan Kemoklidze
Extrañamente la del viernes fue una noche de vida y muerte, que comenzó con la triste noticia y minuto de silencio por el fallecimiento de Julio García Casas, jurista, pianista y admirado agitador de la vida cultural de la ciudad como presidente de Juventudes Musicales desde su fundación. Cualquier melómano debió sentir una profunda desolación y enorme emotividad ante tan triste noticia; todos los que conocemos los avatares de la actividad cultural en esta villa sentimos una gran admiración por tan digno baluarte del buen gusto y la promoción de la música, y nos sentimos por ello un poco huérfanos. Pero también fue una noche de enorme felicidad por la recuperación y regreso al trabajo, después de mucho tiempo ausente, de una de las encargadas de sala más queridas y entrañables, Pilar Ruiz. Sin duda un enorme gozo.

Una noche de muerte y vida que se vio también curiosamente reflejada en el programa, con dos carismáticas mujeres bíblicas, una histórica y otra mitológica como protagonistas, mal denominadas femmes fatales por su vinculación con la muerte, pero que provocaron el descubrimiento de partituras tan poco frecuentadas como muy estimulantes. Salvo la Danza de los Siete Velos de Salomé, las otras páginas supusieron un soplo de aire fresco frente a tanto programa común, además de ocasiones únicas para lucir las infinitas posibilidades de una orquesta impecable, capaz de enfrentarse con éxito a piezas tan comprometidas justo después del esfuerzo tan titánico desplegado en Tannháuser de Wagner. La Danza de la venganza de Medea de Samuel Barber es la consecuencia de las múltiples transformaciones que sufrió el ballet Medea desde su estreno en 1947. Axelrod se sintió como en casa con este título de mimbres bernstenianos, logrando una versión voluptuosa y potente. Igualmente consiguió extraer del también ballet Belkis, Reina de Saba, una composición de Ottorino Respighi que combina folclore hebreo y nacionalismo centroeuropeo tan de moda a principios del siglo XIX, una recreación de poderosa espectacularidad, lógico en un director tan familiarizado con el sonido de Hollywood. La voz de la mezzosoprano georgiana Ketevan Kemoklide detrás del escenario y una representación de metales al fondo del patio de butacas, pusieron la nota sanamente efectista a la pieza.

Kemoklide exhibió en La muerte de Cleopatra una voz de exuberante brillo y considerable fuerza, además de una teatralidad más que notable. Su poderosa presencia escénica colaboró para que su Cleopatra sonara sensual y trágica a la vez, alcanzando inmejorables resultados en las notas más agudas y una proyección flexible y natural de su elegante voz. Axelrod ofreció una versión muy sensual de Salomé, mientras la enorme plantilla orquestal aprovechó para recordar su magisterio a la hora de matizar y distinguir planos sonoros. Nuestro más sincero agradecimiento a García Casas por su empeño en hacer realidad estos impagables momentos de gozo y disfrute.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

CONCIERTO DE LA BANDA SINFÓNICA MUNICIPAL EN LA MACARENA

El pasado jueves 10 de noviembre la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla celebró en la Macarena un concierto especial en conmemoración del 50 aniversario de la declaración como Basílica de este emblemático templo de Sevilla. Para la ocasión se contó con la batuta de Ricardo Espigares Carrillo, joven director granadino que va haciéndose poco a poco un hueco considerable en la interpretación musical en nuestra comunidad, y que demostró ante la veterana formación un empuje y un entusiasmo digno de los mejores directores que han trabajado con ella.

En el programa destacó una sinfonía escrita por Alberto Barea en conmemoración de otro importante cincuenta aniversario, el de la coronación de la Virgen de la Esperanza Macarena , que se celebró en 2014. El integrante del grupo Artefactum, recién regresado de tocar con gran éxito en Japón, dio así buena muestra de su versatilidad, pasando del repertorio de música antigua que suele abordar también con Riches d'Amour, del que no hace mucho salía su último registro, La Dama Eterna, un precioso recopilatorio de trovas de los siglos XII al XIV en el que también interviene la voz y viella medieval de Carmen Hidalgo, a componer música de corte sinfónico con una estética neorromántica influida por el cine y el nacionalismo centroeuropeo e hispánico de finales del XIX y principios del XX con el que se ilustran generalmente estas celebraciones cofrades. Su música, de texturas gruesas, líneas ondulantes y exuberante orquestación, sonó saturada entre los muros del templo, mal acondicionados para este tipo de eventos, a pesar de una ejemplar interpretación de la banda. Destacó un Largo delicado e inspirado, con un solo depurado y lleno de lirismo del único violonchelo convocado.

Ricardo Espigares vino acompañado por un grupo de jovencísimos intérpretes granadinos que se plegaron a la banda sinfónica con absoluta naturalidad y profesionalidad, añadiendo frescura al conjunto y enfrentándose por primera vez a partituras como las marchas Oración a la Macarena de José Enrique de la Vega, compuesta para la película de Carlos Saura Flamenco Flamenco con implacable sobriedad, y la más jovial Sueños de Esperanza del valenciano Vicent Cerdá i Peris. También sonaron las más veteranas y victoriosas Pasión por la Macarena de José de la Vega y ¡Ampárala Macarena! de Juan Vicente Mas Quiles, en una velada en la que descubrimos la buena mano de Barea para adaptarse a los requerimientos de la insigne cofradía en un lenguaje perfectamente acorde a su estética, y las magníficas prestaciones de la banda y su director invitado, así como de los jóvenes músicos venidos de tierra vecina y tan querida como la granaína.

XIII FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (y 8)

GODLESS Tanta sordidez como desolación

Título original: Bezbog
Bulgaria-Dinamarca-Francia 2016 99 min.
Guión y dirección Ralitza Petrova Fotografía Krum Rodriguez Intérpretes Ireria Ivanova, Ventzislav Konstantinov, Ivan Nalbantov, Dimitar Petkov, Alexandr Triffonov Estreno en el Festival de Locarno 11 agosto 2016

Si algo está dejando claro esta edición del festival es que las heridas siempre difíciles de cicatrizar que ha dejado la antigua Unión Soviética en los países del este de Europa, se han regenerado aún más con la crisis económica y el alto grado de corrupción política, policial y judicial que viven estos países tan influidos por una particular forma de controlar y dominar a la ciudadanía. El primer largometraje de la directora Ralitza Petrova no es precisamente un anuncio publicitario de Bulgaria como destino turístico. Todo lo contrario, retrata su país como lugar sórdido y frío en el que apenas cabe un ápice de ternura y compasión, donde los más débiles son víctimas fáciles de un sistema que vive del crimen y la extorsión. Ahí se ambienta este film noir, negrísimo, con mujer zombi protagonista, carente de afectos y esperanza, que se dedica a quitarles los carnets de identidad a los ancianos y ancianas que cuida para facilitar su uso fraudulento. Choca que aún le quepa afición para participar en un coro dada su sórdida y desganada existencia, algo que no convence ni como reducto para su alivio. Choca también que en todo el universo retratado no quede espacio alguno para un atisbo de luz o ilusión, que todo sea tan horrible e inhumano. Petrova mantiene buen pulso en la narración a pesar de que cae también en los estilos recurrentes del cine de esas latitudes, con idas y venidas sin sustancia, espacios huecos y redundantes que sólo sirven para aburrir, no obstante lo cual ha sido multipremiada en Locarno. Cuando al final surge un poco de luz, rápidamente se hunde también en la desolación.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía

DAYDREAMS Insufrible ensayo sobre creación artística

Título original: L'indomptée
Francia 2016 98 min.
Guión y dirección Caroline Deruas Fotografía Pascale Marin Música Nicola Piovani Intérpretes Clotilde Herme, Jenna Thiam, Tchéky Karyo, Bernard Verley, Renato Carpentieri, Pascal Reneric, Marilyne Canto, Candela Cottis, Filippo Timi, Marina Rocco Estreno en el Festival de Locarno 7 agosto 2016

A años luz de su esposo y presumimos que maestro Philippe Garrel, de quien precisamente vimos aquí el año pasado la muy estimable L'ombre des femmes, Caroline Deruas presentó en Locarno sin pena ni gloria este su primer largometraje como realizadora. Un grupo de artistas seleccionados por una Academia de las Artes, son invitados a pasar unos días en la hermosa Villa Medici de Roma, donde se supone les será más fácil conseguir inspiración y regalar al mundo esas obras que esperan impacientes su creación. Naturalmente la mayoría será tan mediocre como irritante, mientras el verdadero talento lo posee quien no participa en el programa pero acompaña a una de sus integrantes. El entorno invita a observar la belleza y reflexionar sobre la creación, pero de forma tan pobre y aburrida que apenas logra atrapar la atención de un espectador que se encuentra perdido y disperso ante tanta banalidad y absoluto desinterés. El resultado por lo tanto es un film insufrible y lamentable, otra ocasión perdida de hacer algo curioso, que ni la simpática, como siempre, banda sonora de Nicola Piovani logra salvar del tedio y la mediocridad. Quizás Deruas también formó parte de ese infame e incompetente grupo.

MISTER UNIVERSO Historia de amor tierna y conmovedora

Italia-Austria 2016 90 min.
Dirección Tizza Covi y Rainer Frimmel Guión Tizza Covi Fotografía Rainer Frimmel Intérpretes Tario Caroli, Wendy Weber, Arthur Robin, Lilly Robin Estreno en el Festival de Locarno 6 agosto 2016

Hace un par de años en este mismo espacio nos cautivó La pivellina, un híbrido entre documental y ficción dirigido por Tizza Covi y Rainer Frimmel. Entonces fue en la retrospectiva de cine austriaco que celebraba el festival, cuando cada año se dedicaba a una cinematografía europea concreta. Ahora la pareja de cineastas regresan a este certamen pero ya en sección oficial, con un spin off de aquélla, y uno de sus protagonistas como eje alrededor del cual gira una emotiva y tierna historia de amor. Un domador de fieras de circo pierde su amuleto de la suerte y emprende un revelador viaje en busca del hombre forzudo, el Mister Universo del título, que se lo forjó. En el camino vivirá hermosos reencuentros con familiares a los que hacía mucho tiempo que no veía, incluido un cantante pop que cosechó grandes éxitos en los ochenta. Decimos mezcla de documental y ficción porque cuenta una historia perfectamente identificable pero con personajes reales, sin actores sino con los propios protagonistas interpretándose a sí mismos. La emoción que expide el personaje del título, su descubrimiento y la belleza de la vida de esfuerzo y sacrificio que le precede son grandes estímulos para dejarse llevar por esta conmovedora historia. Pero en última instancia es el empeño de una compañera de trabajo, una contorsionista, por ayudar al domador lo que se revela como bellísima historia de amor, tan alejada de los cánones habituales y más centrada en el compromiso y el afán por ayudar a alguien tan querido, aún en asuntos que pudieran considerarse supérfluos. Por eso y por la cercanía y la simpatía que expide cada fotograma de la película, nos parece un trabajo entrañable digno de los mejores elogios y mayores reconocimientos.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía

viernes, 11 de noviembre de 2016

XIII FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (7)

PERSONAL SHOPPER Asistente de los vivos y los muertos

Francia 2016 105 min.
Guión y dirección Olivier Assayas Fotografía Yoprick Le Saux Intérpretes Kristen Stewart, Lars Eidinger, Sigrid Bovaziz, Anders Dawelsen, Ty Olwin, Hammou Graia, Nora von Waldstatten Estreno en el Festival de Cannes 17 mayo 2016

Lo primero que sorprende de esta película es que un director como Olivier Assayas aborde un género tan alejado de sus anteriores películas como es el de fantasmas, y encima consiga por ello el premio al mejor director en Cannes. A partir de ahí nos sirve un thriller cargado de atmósfera y tensión cuyo interés no decae en ningún momento, y cuya resolución acaba siendo tan enigmática e inexplicable como la trama que propone. Kristen Stewart, en su segunda colaboración con el director de Las horas del verano después de Viaje a Sils Maria, interpreta a una personal shopper, es decir alguien que se encarga de elegir y comprar el vestuario y los complementos de otra persona cuya vida de alto standing le impide hacer sus propias compras; además tiene un vínculo muy especial con su recién fallecido hermano gemelo, y posee un talento especial para atraer espíritus y comunicarse con ellos. Así contada la película podría resultar un disparate, sin embargo Assayas se las arregla para darle un giro diferente, más personal y reflexivo, a las historias de fantasmas, mezclándolo con una perturbadora historia de crimen, y bañado todo por una elegante puesta en escena que incluye localizaciones en París, Londres y Omán. La protagonista de Crepúsculo realiza su mejor trabajo hasta el momento, exhibiendo volubilidad, decisión y fuerza a partes iguales. Las posibilidades que apunta en torno a espíritus no sólo muertos sino de personas preparadas para morir, provoca un sobrecogimiento que hacía mucho no experimentábamos con el cine de terror, especialmente con el que se basa en lo inexplicable, y es que realidad y fantasía se dan la mano de forma tan natural y emotiva en esta sorprendente historia de identificación personal y búsqueda de la propia identidad, que resulta casi imposible sustraerse a su capacidad de fascinación.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía

SCARRED HEARTS La vida por delante

Título original: Inimi cicatrizate
Rumanía-Alemania 2016 141 min.
Guión y dirección Radu Jude, según la novela de Max Belchter Fotografía Marius Panduru Intérpretes Lucian Teodor Rus, Ivana Mladenovic, Bogdan Cotlet, Serban Paulu, Gabriel Spahiu, Ilinca Harnut, Marius Damian Estreno en el Festival de Locarno 7 agosto 2016

El realizador rumano Radu Jude ha necesitado casi dos horas y media para contarnos las experiencias del reputado escritor compatriota Max Belcher en el sanatorio al que acudió para tratar una terrible dolencia, la tuberculosis ósea, en los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Nada que objetar si no fuera por lo caprichoso del conjunto, tercera cinta que vemos en el festival en formato estrecho tras Ma vie y American Honey; esperemos que no se ponga de moda. Demasiado metraje y demasiada verborrea para un film que al fin y al cabo lo único que pretende es contrastar la salud del espíritu, la jovialidad y la energía de la juventud frente a la pobredumbre del cuerpo y su putrefacción. Ambientada en uno de esos sanatorios de principios de siglo tan cómicos como surrealistas, en la línea de El Balneario de Battle Creek de Alan Parker, pero con menos gracia y muchísimo más tedio. Por supuesto que las intenciones van por otro lado, que hay muchísima disquisición filosófica y una abusiva utilización de citas del libro que le sirve de base. Largas secuencias con plano fijo y muchísimo diálogo que hacen perder el interés y el hilo de la narración, malogran un film que no se sabe muy bien si tiene por destinatario un museo o un público, pues está claro que su vida comercial es muy limitada. No impide esto que se trate de una película compleja que podrá ganar con sucesivas revisiones que permitan comprender mejor las muchas reflexiones sobre la vida, la enfermedad, el deseo sexual, el amor y la muerte que contiene. De momento requiere paciencia y un manual de instrucciones.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

UNITED STATES OF LOVE Mujeres del Este

Título original: Zjednoczone Stany milosci
Polonia-Suecia 2016 104 min.
Guión y dirección Tomasz Wasilewski Fotografía Oleg Mutu Intérpretes Julia Krijowska, Magdalena Cielecka, Dorota Kolak, Marta Nieradkiewicz, Tomasz Tyndyk, Andrzej Chyra, Lukaz Simlat, Marcin Czarnik Estreno en el Festival de Berlín 19 febrero 2016; en Polonia 29 julio 2016

Tomasz Wasilewski se dio a conocer especialmente en los circuitos de cine militante gay con su película Floating Skycrapers. Huyendo parcialmente de esa temática pero manteniéndose en el ámbito de los sentimientos y las atracciones fatales, teje en su nueva película el retrato de cuatro mujeres maltratadas por la sociedad machista y castrante de la Polonia soviética en sus estertores. La empresa le ha valido el Oso de Plata en Berlín, lo que nos lleva a pensar en lo devaluados que están los premios últimamente, a juzgar por los films tan indigestos que parecen merecerlos. Y es que sin desmerecer la intención de Wasilewski, los resultados en pantalla son los previsibles: ritmo premioso, abundancia de situaciones superfluas sin otro objetivo que abultar metraje, y un sinfín de lugares comunes y familiares para el espectador cultivado. Mujeres sumisas y entregadas, como la que mantiene una relación con un hombre casado y maltratador que al enviudar la desprecia, con reacción desesperada de ella a pesar de tratarse de una mujer tan inteligente y emancipada como para ser directora de un colegio, o la atracción que otra cansada de su matrimonio experimenta sobre un sacerdote cual Pájaro espino no casualmente anunciado en el videoclub que regenta. Otra se siente atraída por su guapa y joven vecina y la cuarta busca un futuro mejor, el que le auguraba haber ganado un concurso de belleza. Fotografiada en tonos pastel y con cierta delicadeza en el conjunto, la película no consigue sin embargo remontar más allá de la mera complacencia, sin lograr concienciar lo suficiente sobre unas muy serias problemáticas que desgraciadamente siguen siendo habituales en muchas mujeres de todo el Mundo.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía