domingo, 2 de octubre de 2016

ELLE Verhoeven y Huppert suman

Francia 2016 130 min.
Dirección Paul Verhoeven Guión David Birke, según la novela de Philippe Djian “Oh...” Fotografía Stéphane Fontaine Música Anne Dudley Intérpretes Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling, Judith Magre, Virginie Efira, Lucas Prisor, Christian Berkel, Alice Isaaz, Jonas Bloquet, Vimala Pons Estreno en Cannes 21 mayo 2016; en Francia 25 mayo 2016; en España 30 septiembre 2016

Tras diez años sin dirigir un largometraje, desde El libro negro que le devolvió al cine patrio holandés tras un largo periplo de trabajo en Hollywood (Robocop, Desafío total, Instinto básico, Showgirls, Starship Troopers, El hombre sin sombra), Paul Verhoeven reaparece con su primera película francesa, país cuyo proverbial atrevimiento le permite aunar todas sus perversiones, basándose para ello en una novela de Philippe Djian, muy adaptado en el cine galo aunque aquí sólo conozcamos Betty Blue, que dirigió Jean-Jacques Beineix en 1985 y nos descubrió a una actriz de boca interminable y talento limitado, Beatrice Dalle. Elle consuma muchos de los delirios del Verhoeven más provocativo para trazar un retrato certero y sólido de una mujer férrea, condicionada por una tragedia de infancia tan terrible como increíble, que no inverosímil. A través de su entorno, y de un episodio violento muy particular, conocemos a una implacable mujer de negocios (violentísimos videojuegos en un alarde de coherencia admirable), más implacable aún hija y todavía más madre, aunque a veces no le falte razón en sus postulados prácticos y vitales. Su entorno, familiar y amistoso, es analizado también sin pedantería ni pretensiones, pero con escasa empatía, mostrando un universo sólido pero enfermizo en el que todo gira alrededor de esta sofisticada y compleja mujer, magistralmente interpretada por Isabelle Huppert, grande siempre y especialmente indicada cuando de proponer personajes morbosos se trata. El film va así derivando en una vorágine de intriga y misterio no tanto alrededor de los episodios criminales plasmados sino de la intrincada personalidad de esta mujer herida de muerte en la infancia y resucitada como zombie frío y calculador, muro de defensa ante un mundo que la trastorna tanto como la mima. La ineptitud de los personajes que la rodean, especialmente los masculinos, tejen a su alrededor una cortina de hierro que le obliga a tomar decisiones poco comunes y sin embargo convincentes, gracias a la mano maestra de un director que quizás ofrece con éste su mejor trabajo, más pulido y mejor orquestado. Hasta Anne Dudley (Full Monty, American History X) es mejor compositora en manos de este maestro. Elle se configura así como un fascinante retrato de mujer diezmada y resurgida de sus cenizas, en el que los excesos y la acumulación de trastornos y neuras están tan bien ensamblados que no provoca rechazo y logra resultar convincente en su conjunto. Eso es lo que hace grande al cine, proponer historias increíbles y hacerlas convincentes. Verhoeven lo ha conseguido, por supuesto con la ayuda inestimable de ese monstruo de la interpretación que es Isabelle Huppert.

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