lunes, 16 de mayo de 2016

CORAZÓN GIGANTE Aprendiendo a vivir

Título original: Fúsi
Islandia 2015 94 min.
Guión y dirección Dagur Kári Fotografía Rasmus Videbaek Música Karsten Fundal Intérpretes Gunnar Jónsson, Sigurjón Kjartansson, Arnar Jónsson, Ilmur Kristjánsdóttir, Margret Helga Jóhannsdóttir, Franziska Una Dagsdóttir, Sigouror Karlasson Estreno en el Festival de Berlín 9 febrero 2015; en Islandia 20 marzo 2015; en España 13 mayo 2016

Gunnar Jónsson, a quien vimos en un papel secundario en Rams: El valle de los carneros, interpreta en esta amable película a una persona cuyo sobrepeso le arrincona en una sociedad para la que no es fácil admitir lo diferente, lo mira con recelo y demasiados prejuicios. Desde que empieza es evidente que no se tratará de un mero divertimento, un entretenimiento inocuo y superficial; está claro que extraeremos de la cinta algún tipo de aprendizaje, lo que no está claro es cuál. Inicialmente podría tratar sobre las atracciones sexuales y sentimentales poco convencionales y no por ello improbables, o sobre la dificultad para adaptarse a una sociedad injusta, y así podríamos seguir. Pero en realidad asistimos a un aprendizaje de vida, a la salida del armario de la timidez y la pereza de un personaje inadaptado, refugiado en una eterna inmadurez, en juegos de niños camuflados de intelectualidad bélica. Y para ello sólo necesita una motivación, un giro de guión que puede que le proporcione un fracaso, pero del que sacará provecho para afrontar una vida que no es fácil para nadie. Objeto de burlas y de incomprensión, su imagen grotesca incluso lo emparentará con un moderno Frankenstein cuya sana e inocente amistad con una niña del vecindario será también pasto de la injusticia y la mala interpretación. El corazón gigante que el título español nos adelanta, despreciando el original Fúsi, que no es sino el nombre del personaje, parece querer erigirse en una continuación de Un buen corazón, anterior película de Dagur Kári, rodada en Estados Unidos con Paul Dano de protagonista, y que sí se llamaba así en origen. Peor aún el título internacional, Virgin Mountain, adelanta más aspectos dramáticos de la cinta y características definitorias del protagonista. El tono amable con la que Kári retrata a su niño grande y sus relaciones con su compañera de clase de baile, su amigo incondicional, la niña referida o sus compañeros de trabajo de sustitución, que no los majaderos con los que trabaja habitualmente, es todo un acierto para involucrarse en el drama personal de este hombretón ingenuo e inconsciente incluso de su propia fuerza y su capacidad para enfrentarse a la vida y sacarle todo el provecho que nos ofrece. El tratamiento naturalista de la cinta, el fino humor que la salpica y su narrativa fluida y convincente, ayudan a suscitar el interés y la emoción que la propuesta requiere, con un trabajo impecable de sus protagonistas, especialmente Jónsson, galardonado con el premio al mejor actor en Valladolid y en Tribeca, donde el guión también obtuvo galardón.

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