lunes, 2 de noviembre de 2015

LITTLE BOY Una fe que mueve montañas

México-USA 2015 100 min.
Dirección Alejandro Monteverde Guión Alejandro Monteverde y Pepe Portillo Fotografía Andrew Cadelago Música Stephan Altman y Mark Foster Intérpretes Jakob Salvati, Emily Watson, Cary-Hiroyuki Tagawa, David Henrie, Michael Rapaport, Tom Wilkinson, Kevin James, Ben Chaplin, Ted Levine, Eduardo Verástegui, Abraham Benrubi Estreno en Estados Unidos 24 abril 2015; en México 15 mayo 2015; en España 30 octubre 2015

El realizador mejicano Alejandro Monteverde se dio a conocer hace casi una década con el drama romántico Bella, cuyo protagonista, Eduardo Verástegui, se reserva en éste su primer largometraje en inglés con ambición internacional un papel secundario y labores de producción. Se trata de una fábula amable y tierna sobre un niño con problemas de desarrollo que en plena Segunda Guerra Mundial intentará conseguir que su padre regrese del campo de batalla al hogar en una idílica, soleada y colorista California. Son pocas las películas que han abordado la suerte de la comunidad japonesa afincada en Estados Unidos a raíz del ataque de Pearl Harbour; la mayoría fue confinada a campos de concentración, un filón que da mucho juego para el cine y sin embargo ha sido poco aprovechado. Apenas logro recordar un discreto melodrama que dirigió Scott Hicks (Shine) en 1999 bajo el título Mientras nieva sobre los cedros. Lo más interesante de este film es que detiene su mirada en uno de esos residentes en América a los que la guerra castigó en su propia casa, y que aquí hará valer su diferencia solidarizándose con otro desheredado, en esta ocasión por su anomalía física. Una cuidada ambientación, una fotografía esplendorosa y una puesta en escena que en su vocación de cuento recuerda al universo de Amelie y las películas de Javier Fesser, Little Boy apuesta por ser un vehículo meramente de entretenimiento con emoción moralizante y unas soluciones estéticas ágiles y sofisticadas. Un elenco de excelentes intérpretes dan la réplica al pequeño y encantador Jakob Salvati generando un conjunto ameno y distendido en el que la fe (religiosa) y el empeño de un pequeño gran hombre conseguirá mover montañas, literalmente.

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