lunes, 2 de noviembre de 2015

3 CORAZONES agonizantes al ritmo de lo improbable

Título original: 3 coeurs
Francia 2014 100 min.
Dirección Benoît Jacquot Guión Benoît Jacquot y Julien Boivent Fotografía Julien Hirsch Música Bruno Coulais Intérpretes Benoît Poelvoorde, Charlotte Gainsbourg, Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, André Marcon, Patrick Mille, Cédric Vieira, Thomas Doret Estreno en el Festival de Venecia 30 agosto 2014; en Francia 17 septiembre 2014; en España 30 octubre 2015

Al estilo del melodrama francés con triángulo amoroso, en la línea de películas como Las cosas de la vida de Claude Sautet, el director de Villa Amalia y Adiós a la reina aprovecha su estilo sobrio y elegante para analizar el progresivo deterioro de un corazón delicado a través de una trama tan improbable como artificiosa y forzada, aún siendo consciente de ello, al ritmo que le marca la muy efectiva y estilizada partitura musical del autor de Los chicos del coro. Una nota sostenida que denota amenaza, otras vibrantes y nerviosas al címbalo que anuncian inquietud e ilusión, y unos centelleantes violonchelos al servicio de la agonía y la agitación emocional, conforman el mapa musical de una cinta que exige la complicidad del espectador para no ahogarse en su propio artificio. Un ejercicio psicológico y emocional que juega con el amour fou, ese flechazo que genera necesidad y dependencia, y ese otro más cerebral, el que sigue las coordenadas de lo convencional y lo previsible y acaba sellado oficialmente con una ceremonia en el ayuntamiento local. Todo es simbología en este melodrama con apariencia y tratamiento de thriller, desde la profesión del protagonista, que le servirá para vengarse de quien selló una relación que le angustia, a la supuesta trinidad de una madre y dos hermanas que en realidad saben poco o nada de cada una de ellas y sin embargo se conocen perfectamente. Cuesta seguirle el juego a una trama que se asienta sobre la casualidad y la improbabilidad, pero que propone un juego de complicidades, traumas y engaños que no deja indiferente durante ni después de la proyección. Al servicio de tan suculenta experiencia un estupendo Benoît Poelvoorde, que lo mismo vale para esto que para la comedia (El nuevo nuevo testamento), secundado por la singular e inquietante presencia de Charlotte Gainsbourg, la sensual belleza de Chiara Mastroianni y el habitual pero elocuente rostro inerte de Catherine Deneuve, que pretende quitarse años interviniendo hasta en el guión.

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