miércoles, 30 de septiembre de 2015

ACCIDENTADO ARRANQUE DE TEMPORADA DE LA ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA

Temporada 2015/2016 de la Orquesta Barroca de Sevilla. Sergey Malov, violín y viola da spalla solista. Programa: Obertura en Sol menor TWV 55 :g1 «La Musette», de Telemann; Suite in Old Style, de Schnittke; Concierto en Re menor BWV1052, Selección de El Arte de la fuga BWV1080 y Concierto para viola da spalla según el original para órgano BWV593, de Bach. Teatro Lope de Vega, martes 29 de septiembre de 2015

El joven Sergey Malov y su viola o violoncello da spalla
Ilusionados con una nueva etapa, los integrantes de la Barroca mostraban preocupación por la calidad acústica de su nueva sede, y sin embargo desconocían que serían otros los factores que enturbiarían, aunque nunca lo suficiente, este arranque de ciclo. Se trata del virtuoso ruso Sergey Malov, invitado para la ocasión y que con una actitud algo irresponsable, desastrao como diríamos por aquí, que le llevó a extraviar de momento una de las partituras, motivó dilaciones en el comienzo, el intermedio y una de las pausas entre piezas, así como cambios en el programa que afectaron a su estructura interna.
 
Lástima porque la cita contaba con muchos alicientes, comenzando con un nuevo espacio, el precioso Lope de Vega, cuya acústica se encuentra a medias entre el efecto reverberante de las iglesias y la más seca y austera de la Sala Turina. La incorporación de la viola o violonchelo da spalla o de hombro, de atractiva sonoridad entre el agudo del violín y el grave del cello, así como de una pieza contemporánea aunque de aires clasicistas, además de diversos arreglos, muy especialmente una supuesta reconstrucción del concierto para violín de Bach que dio lugar a su célebre Concierto nº 1 para teclado, fueron otros de los atractivos de este arranque de temporada.
 
Malov redimió su despiste y aparente falta de respeto con una simpatía que se ganó al público, mientras como intérprete corroboró el virtuosismo técnico casi acrobático con el que los jóvenes músicos alcanzan hoy la gloria en el escenario, si bien en el apartado expresivo se queda a medias tintas, sin llegar a transmitir en exceso. Enérgica y rabiosa sonó la Obertura del inabarcable catálogo de Telemann. Después el conjunto resultó desangelado y desinflado en la Suite de Schnittke extraída de temas de algunas de sus bandas sonoras para el cine soviético. Malov exhibió facultades vertiginosas con el violín y especialmente la viola da spalla, instrumento del que es un abanderado, sobre todo en unos sublimes contrapuntos de El arte de la fuga en los que con el acompañamiento de Ruiz, Mercero y Navarro se rozó el cielo. Como propina una Jiga de la Suite nº 6 de Bach, muy adecuada si tenemos en cuenta a quienes apuestan que el ciclo fue compuesto para este exótico instrumento.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 1 de octubre de 2015

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