martes, 24 de marzo de 2015

IDILIO DE DIANNE REEVES Y LA AFICIÓN SEVILLANA

Dianne Reeves, voz. Peter Martin, piano. Romero Lubambo, guitarra. Reginald Veal, bajo. Terreon Gully, batería. Teatro Lope de Vega, lunes 23 de marzo de 2015

El excelente cartel de jazz que está ofreciendo esta temporada el Lope de Vega añadió a Dianne Reeves, que volvió a Sevilla apenas cinco años después de su actuación en el Maestranza, y prometió volver otra vez no tanto por el entusiasmo con el que la recibió el público como por el que ella misma sintió hacia una afición que se acopló como un guante a sus propuestas, y con el que mantuvo un idilio en toda regla. Tanto es así que ella y su espléndida banda lograron improvisar sobre la marcha todo un tema sobre la base de las palmas por bulerías de una audiencia que además supo plegarse, con ese buen oído y sentido del ritmo que le caracteriza, a los cambios de registros y dinámicas del tema en cuestión.

Con un quinto Grammy como mejor vocalista de jazz recién obtenido bajo el brazo, la ya legendaria cantante no se limitó ni mucho menos a presentar el disco por el que lo ha conseguido, Beautiful Life, del que apenas se escucharon sus versiones de Waiting in Vain de Bob Marley y Dreams de Fleetwood Mac, Satiated, un tema nuevo del gran Wayne Shorter, y Tango, su inevitable coqueteo con la música latina, esta vez de la mano del gran guitarrista y cantautor Raul Midón. Estuvo arropada entre otros por el inestimable y elegante acompañamiento al teclado de su arreglista y director musical Peter Martin, así como por el guitarrista brasileño Romero Lubambo, de toque tan virtuoso como sofisticado.

En apenas una hora Reeves pasó de presentarse de forma correcta e invitando al relax a través de la música, a mostrar ese entusiasmo al que nos referíamos y que le llevaría a comulgar con los buenos aficionados allí congregados. Entre los clásicos versionados destacaron dos temas de Gerhswin, un rítmico y vibrante Summertime con el que la banda calentó el ambiente, y el muy romántico Our Love Is Here to Stay con el que esta devota de Sarah Vaughan dejó su impronta personal. Un estilo que derivó en una evidente reivindicación de sus raíces étnicas, vestimenta incluida, justo en estos tiempos tan convulsos para la comunidad afroamericana, lo que aprovechó para efectuar numerosos y complicados juegos vocales que evidenciaron su tremenda flexibilidad y virtuosismo interpretativo sin paliativos, apoyados en una voz rotunda de timbre grave y proyección generosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario