martes, 20 de enero de 2015

LA TEORÍA DEL TODO Las ayudas de cámara de una mente prodigiosa

Título original: The Theory of Everything
Reino Unido 2014 123 min.
Dirección James Marsh Guión Anthony McCarten, según el libro “Hacia el infinito” de Jane Hawking Fotografía Benoît Delhomme Música Jóhann Jóhannsson Intérpretes Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, Emily Watson, Simon McBurney, David Thewlis, Charlotte Hope, Adam Godley, Harry Lloyd, Maxine Peake. Estreno en España 16 enero 2015. Estreno mundial en el Festival de Toronto el 7 de septiembre de 2014

James Marsh ganó un Oscar en 2008 por el documental Man On Wire sobre el funambulista Philippe Petit. Ahora salta a la ficción con otro excepcional personaje como referente. Se trata del gran físico, astrofísico y cosmólogo Stephen Hawking, una mente prodigiosa atrapada en un cuerpo inútil víctima de una enfermedad motoneuronal semejante a la esclerosis lateral amotrófrica. Autor de teorías revolucionarias en torno a las singularidades espaciotemporales del universo y la termodinámica de los agujeros negros, esta hermosa película no trata sobre sus logros científicos, o al menos no directamente. Éstos quedan simplemente esbozados, porque la cinta se basa en un libro escrito por su primera esposa, Jane Wilde, que no era científica sino una apasionada de la literatura española de los siglos XIII a XVII. La crónica de Jane versa sobre los veinticinco años vividos junto a Hawking, su deterioro físico y la ayuda recibida por quienes supieron entender su grandeza irremplazable, abarcando desde su familia a sus compañeros de universidad, profesores, cuidadora y segunda esposa, y muy especialmente ella misma, a quien debemos incluso añadir el esfuerzo y auxilio desplegado por un amigo de la familia enamorado y correspondido precisamente por la propia Jane. Película y libro se erigen por lo tanto en tributo de quienes con su confianza y talento se convirtieron en bastiones de la lucha por vivir y aportar de Hawking, para quien la vida fue y es siempre fuente de esperanza. La película se beneficia de un tratamiento cinematográfico exquisito, apoyado en una luminosa fotografía y una elegante banda sonora, que le ha reportado al compositor islandés Jóhann Jóhannsson el Globo de Oro por una música muy deudora del estilo de Alexandre Desplat, a quien el Oscar se le viene resistiendo desde hace mucho tiempo. Felicity Jones nos encantó en La mujer invisible de Ralph Fiennes, donde interpretaba a una amante secreta de Dickens. Su trabajo a fuerza de matices y elocuentes miradas supone una de las grandes bazas de la cinta, en la que por supuesto brilla la magnífica caracterización de Eddie Redmayne, apeado de Mi semana con Marilyn y Los miserables para convertirse en doble perfecto del carismático Hawking y ofrecer una de esas interpretaciones que cambian el rumbo de la carrera de cualquier profesional. Huyendo de compasiones y tristezas, el trabajo de Marsh se centra en la grandeza del homenajeado, el mérito y agradecimiento de quienes le rodearon y la constancia de que una vida puede ser generosa y extraordinaria independientemente de los obstáculos que le impidan ser plena.

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