viernes, 1 de agosto de 2014

LA REAL CÁMARA EN LAS NOCHES DEL ALCÁZAR: RIGOR SIN MUCHO PALADAR

XV Noches en los Jardines del Real Alcázar. La Real Cámara: Emilio Moreno, violín y viola; Antonio Clares, viola. Mercedes Ruiz, violonchelo. Programa: La Bona Notte. CPE Bach y sus contemporáneos (obras de Mozart, Boccherini y C.P.E. Bach)
Jueves 31 de julio de 2014

Un dubitativo Emilio Moreno
Emilio Moreno es La Real Cámara. Atrás quedaron los tiempos en los que Enrico Gatti y Wouter Möller estaban adheridos a una marca a la que según las necesidades se añadían otros solventes intérpretes; hoy es Moreno la marca y se hace acompañar por quienes estima más oportuno o asequible en cada momento y lugar, por eso no es de extrañar que bajo el prestigioso nombre del grupo se presentaran músicos por otro lado excelentes que presumimos prestados a la empresa, como son la siempre espléndida violonchelista de la Barroca de Sevilla Mercedes Ruiz y el violista murciano Antonio Clares, que ha forjado un formidable currículo en nuestra formación así como en conjuntos imprescindibles como la Orquesta del Siglo XVIII y El Concierto Español.

El tricentenario de Carl Philipp Emanuel Bach fue el pretexto para el programa presentado en la última y fría noche de julio. Del segundo de los siete hijos de Bach y su esposa Barbara se interpretó el Trío wq. 88, según la sonata original para viola de gamba y clave, instrumento por el que más apostaba el compositor en su música de cámara. La transcripción a trío de violín, viola y chelo le hizo perder carácter y singularidad, y aunque los intérpretes lograron un trabajo equilibrado y muy bien dialogado, el conjunto resultó frío y alejado del temperamento de quienes para muchos representa los albores de un espíritu luego conocido como romántico. Moreno llegó a sonar desafinado y puntualmente desentonado al violín en el Adagio K.404a de Mozart, que como otros cuatro de los seis Preludios y fugas del compositor salzburgués, fue seguido de una recreación de una fuga de Johann Sebastian Bach (la sexta es de Wilhelm Friedemann Bach), más en estilo y mejor focalizada.

De Boccherini, históricamente la piedra angular del grupo, se escucharon dos piezas. La que dio título al concierto, un dúo original para dos violines pero frecuentemente interpretado a la viola y el violín, y que Moreno y Clares estrenaron en versión para dos violas, con resultados si no memorables al menos satisfactorios, sobre todo en lo que a alcanzar un sonido homogéneo, aterciopelado y sugerente se refiere. Uno de sus seis tríos grandes Op.14 completó la velada, y aquí sí se hizo notar el carácter precursor romántico de la pieza, gracias especialmente al toque siempre rotundo y autoritario pero sin pérdida del equilibrio ni del sentido de la distancia, de Ruiz al violonchelo.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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