viernes, 27 de junio de 2014

AMANECE EN EDIMBURGO Un musical descafeinado

Título original: Sunshine on Leith
Reino Unido 2013 100 min.
Dirección Dexter Fletcher Guión Stephen Greenhorn, según el musical del mismo título Fotografía George Richmond Música Charlie y Craig Reid, adaptada y dirigida por Paul Englishby Intérpretes George McKay, Kevin Guthrie, Jane Horrocks, Peter Mullan, Freya Mavor, Antonia Thomas, Jason Flemyng Estreno en España 19 junio 2014

Diseñada como suntuoso musical a partir de las canciones de un grupo que no ha tenido un especial predicamento en nuestro país como son The Proclaimers, el film se estrena tras una muy discreta carrera comercial que apenas le ha llevado a ocupar las pantallas de un pequeño puñado de países, y cuando otro musical británico basado en canciones ochenteras, Walking on Sunshine, amenaza con convertirse en el éxito del verano. Los gemelos Charlie y Craig Reid han cosechado un gran éxito en Escocia, su país de origen, lo que propició un musical escénico a partir de sus canciones más conocidas, especialmente las que integran su álbum más celebrado, el segundo de sus nueve grabados hasta la fecha y el que da título a la película, Sunshine on Leith (Rayo de sol sobre Leith, que es un barrio de Edimburgo). Entre ellas no puede faltar I'm gonna be... 500 miles, que ha formado parte de la banda sonora de un buen número de películas desde Benny & Joon en 1993. Unos intérpretes jóvenes y frescos, un trío de veteranos con mucho encanto, las agradables canciones del grupo (que no son precisamente memorables, salvo la aludida, Letter from America o I'm on my way) y el inigualable marco escénico de la capital escocesa, son las principales bazas de una película que sin embargo se resiente de un argumento poco inspirado, forzado al ritmo de las canciones pero con tramas sentimentales carentes de interés, urdido a partir del regreso de dos jóvenes combatientes a su hogar tras participar en la guerra de Afganistán. Pero que nadie se engañe, cualquier parecido con la espléndida Los mejores años de nuestra vida es mera coincidencia, porque con este material dramático y el escaso pulso de su director, un veterano actor de reparto en la que es su segunda película como realizador tras el drama inédito en nuestras pantallas Wild Bill, hacen de la película un entretenimiento endeble y un musical discreto, en el que los protagonistas cantan sin demasiada voz y bailan sin talento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario