martes, 13 de mayo de 2014

UNA NOCHE EN EL VIEJO MÉXICO Vidas rebeldes y absurdas

Título original: A Night in Old Mexico
España 2013 100 min.
Música y dirección Emilio Aragón Guión Bill Wittliff Fotografía David Omedes Intérpretes Robert Duvall, Jeremy Irvine, Angie Cepeda, Luis Tosar, Joaquín Cosío, Jim Parrack, James Hébért, Rene Rhi, Javier Gutiérrez, C.K. McFarland Estreno 9 mayo 2014

Para su segunda película como director Emilio Aragón cambia la posguerra inmediata española de Pájaros de papel por la frontera entre Texas y México, y los cómicos de carretera por los cowboys también on the road. Se atreve, cheque en mano, a dirigir al mismísimo Robert Duvall en el crepúsculo de su carrera, acompañado del joven jinete del War Horse de Spielberg, la guapísima Angie Cepeda y el malo oficial del cine español, Luis Tosar. Le escribe el guión el poco prolífico William Wittcliff, autor de los libretos de películas como El corcel negro, Country (otra de vaqueros contemporáneos protagonizado hace treinta años por la pareja Jessica Lange y Sam Shepard), Leyendas de pasión y La tormenta perfecta, además de la miniserie Lonesome Dove también protagonizada por Duvall. Pero ni el pase previo a las nominaciones a los Goya, del que sólo rascó un par de ellas y ambas en apartados musicales también dominados por el popular cómico y presentador echando mano de todos los tópicos tejanos, violín del omnipresente Ara Malikian incluido; ni su paso por el Festival de Málaga, han suscitado interés alguno ni por parte de la crítica ni del público, y su estreno en Estados Unidos está por confirmarse. Y es que aunque tiene un buen punto de partida, en el que se cruzan un viaje iniciático de autoconocimiento y reconciliación con una trama de cine negro, su desarrollo se va paulatinamente deshilachando hasta caer en el tópico, el lugar común y el desinterés más absoluto frente a lo que se nos está contando. La relación a tres entre el abuelo, su nieto y la joven pero digna cabaretera no funciona ni de lejos al nivel que lo hacían Gable, Monroe y Clift en el clásico de Huston Vidas rebeldes, por poner un ejemplo, por mucho que también aquí se nos quiera contar la historia de tres almas en fracaso dentro de un ambiente de rodeos y búsquedas de identidades. La convención, el disparate y la resolución facilona se van adueñando de la función, mientras todo se queda muy cortito en este drama sin chispa ni gracia, aunque su factura sea correcta y Aragón cumpla con ese sueño de todo gran amante del cine clásico que es rodar en Hollywood con leyendas de la interpretación y un sabor genuinamente americano, como el tabaco.

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