sábado, 15 de febrero de 2014

MAUS 2014. LOS CANTOS AMATORIOS DE ARTEFACTUM

Ciclo de Música Antigua de la Universidad de Sevilla. Artefactum. Programa: Modus Amandi (Canciones y maneras amorosas en el medievo). Iglesia de la Anunciación, viernes 14 de febrero de 2014

La sexta edición del Ciclo de Música Antigua de la Universidad de Sevilla llegó a su fin de la mano del grupo del propio coordinador de la muestra, Álvaro Garrido; una licencia que nunca antes se había permitido y que la ocasión le ponía fácil tratándose de una edición protagonizada por la Edad Media, etapa en la que se ha centrado Artefactum en sus veinte años de existencia. Su interpretación, dentro de la libertad que caracteriza cualquier acercamiento a la música de la época por la falta de fuentes, ha mantenido siempre un tono entre riguroso y folclórico, casi de música celta.

Esta vez, sin renunciar a su estilo jocoso, se decantaron por un mayor énfasis en la reconstrucción y la alternancia de ritmos y sensibilidades, con resultados muy satisfactorios. Como exponentes clásicos de la plantilla tuvimos a Garrido en la percusión, José Manuel Vaquero en el canto, el organetto y las bromas, e Ignacio Gil sensacional en las flautas y la gaita. A ellos se unieron Carmen Hidalgo, tan dulce y delicada en la viola como en la voz – sobresaliente una Cantiga de amigo que Garrido acompañó transportándonos literalmente al mar –, y Alberto Barea, cuyo canto refinado y seguro se vio potenciado por un timbre aterciopelado, evidente por ejemplo en Douce dame jolie de Guillaume de Machaut, y un movimiento escénico sugerente y documentado.

Un viaje a través del Medievo con una interpretación abierta, sin prejuicios dogmáticos, y lecturas imaginativas de Cantigas, canciones profanas en latín procedentes de los Carmina Burana, monodia española típica de trovadores y calendas, con continuas referencias a San Valentín y el amor. No faltó su particular versión de Il lamento de Tristano, recitado poético incluido, erigiéndose así en hilo conductor de las tres propuestas del ciclo. El sentido del humor en piezas como Ich was ein chint so Wolgetan o Tempus est iocundum redondearon un espectáculo original y personal en el que volvieron a contar con la complicidad de un público encantado.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía el 16 de febrero de 2014

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