domingo, 13 de mayo de 2012

CIERRE DEL CICLO DE CÁMARA DE LA ROSS: HAPPY METAL

6º concierto del XXII Ciclo de Cámara de la ROSS
Royal Brass Quintet: Denis Konir y Manuel Carrasco, trompetas. Javier Rizo, trompa. Carmelo Sosa, trombón. Daniel Stofan, trombón bajo. Programa: Obras de Verdi, Bach, Susato, Tull, Sousa, Gershwin, Rodgers, Mancini y Morton
Sala de prensa del Teatro de la Maestranza, domingo 13 de mayo de 2012

Formación habitual del Royal Brass Quintet,
con Rizo en medio y Konir y Stofan en los extremos
izquierdo y derecho respectivamente
A veces hemos denunciado a propósito de los conciertos de la Sinfónica de Sevilla las limitaciones de la sección de metales de la orquesta. Notas falsas, a destiempo o desentonadas que han deslucido en ocasiones la solvencia del conjunto. Por eso llama la atención que al escuchar el Royal Brass Quintet, con participación en este concierto de tres músicos de la ROSS, el resultado fuera notablemente satisfactorio. Eclécticos y versátiles, Denis Konir, Javier Rizo y Daniel Stofan, con el refuerzo de Manuel Carrasco y Carmelo Sosa sustituyendo a otros dos compañeros indispuestos, nos pasearon por quioscos de música, salones barrocos y renacentistas, teatros de Broadway, universidades americanas, estudios de grabación, plantaciones sureñas, clubes de jazz y salas de fiestas de la era de la prohibición. Una excursión feliz y emocionante conducida sin complejos por los comentarios, no siempre muy documentados pero sí simpáticos de Javier Rizo y las divertidas anécdotas de Daniel Stofan. Que este buen hombre y trombonista disfrute tanto de su vida aquí, tan alejado de los campos universitarios y las salas de concierto donde se formó en su América natal, es un gran motivo de satisfacción y orgullo para nosotros.

Con la Marcha de Aida como prólogo, la fiesta continuó con una impecable Contrapunto 5 de El Arte de la Fuga de Bach, que aunque compuesta sin indicación instrumental, su versión para conjunto de metal se revela en cierto modo insólita y muy evocadora. No muy en estilo, debido al singular sonido de los instrumentos nuevos frente a los de mayor rigor historicista, la Pavana y Rondó de Tielman Susato sirvió para cerrar el breve bloque "serio" del primer tercio de un concierto que contaría con un grueso dedicado a la música norteamericana. Una didáctica pieza de encargo de Fisher Tull para lucimiento (Exhibition) de cada instrumentista, una alegre marcha-obertura del gran John Philip Sousa (de la opereta The Captain) y un perfectamente ensamblado potpurrí del Porgy and Bess de Gershwin (Summertime, I Got Plenty of Nuttin’, I Loves You Porgy e It ain’t Necessarily So) dieron paso a una brevísima adaptación del tema del musical Pal Joel, My Funny Valentine, de Richard Rodgers, de quien en junio veremos Sonrisas y lágrimas, y un estupendo recorrido por algunas de las más famosas melodías del añorado Henry Mancini (Mister Lucky, La pantera rosa, Baby Elephant Walk de Hatari!, Charada y Peter Gunn), interpretado con tanto gusto como entusiasmo. Y para finalizar un desenfadado ragtime de Jelly Roll Morton con el encanto de los tiempos del charlestón, todo en perfecto estilo de big band americana. La propina llegó rodeada de bromas en forma de pasodoble. Y si hubo algún cambio de tono, algún desajuste o nota fuera de lugar, será sin duda porque son instrumentos extremadamente difíciles; desde luego nuestro aplauso y admiración no se lo negamos.

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