domingo, 22 de abril de 2012

INMARCHITABLE BELLEZA Triunfo de la Barroca de Sevilla sobre el Tiempo y la Desilusión

Ópera en concierto: “El triunfo del Tiempo y del Desengaño”, de Haendel
Orquesta Barroca de Sevilla. Enrico Onofri, director. Raquel Andueza y Gemma Bertagnolli, sopranos; Luciana Mancini, mezzosoprano; Fernando Guimaraes, tenor
Teatro de la Maestranza. Viernes 20 de abril de 2012

Luciana Mancini
Al contrario de lo que ocurre en el moralista libreto del Cardenal Pamphili, fue la belleza la que triunfó en este acontecimiento lírico, por su partitura y por tan sublime interpretación. La Barroca dio otra lección magistral con esta exigente pieza programada como ópera en concierto, quizás por su carácter de oratorio con representación, género muy difundido en la Roma de la época dado que las óperas estaban prohibidas por orden papal. De nuevo con Onofri a la batuta, la suya fue una interpretación elegante, matizada, equilibrada, enérgica y sensible según demandasen los pentagramas. El resultado fue como si una serie de maestros del virtuosismo se agruparan para nuestro deleite, aprovechando cada solista su oportunidad de lucimiento.

El dominio en estilo de Raquel Andueza y su hermosura tímbrica son proverbiales, pero sus limitaciones para las agilidades quedaron expuestas (Un pensiero nemico) en una primera parte de canto bastante plano que resolvió en una segunda rica en expresividad y lirismo, coronada con un sublime Tu del Ciel ministro eletto. Un placer fue disfrutar de la simpatía y la riqueza en coloratura de Gemma Bertagnolli, con un Lascia la spina (popularizada en Rinaldo como Lascia ch’io pianga) de antología. Guimaraes, a quien hace poco escuchábamos junto Al Ayre Español, cantó con contundente autoridad y estilo su rol del Tiempo, mientras la sueco-chilena Luciana Mancini nos dejó petrificados con su rotunda y penetrante voz y una sensibilidad extraordinaria para la modulación, como dejó patente en un sobrecogedor Crede l’uom ch’egli riposi. Indiscutible triunfo del placer de disfrutar de tanta belleza en apenas tres horas, sin desengaño alguno.

Crítica publicada en la web de El Correo de Andalucía el domingo 22 de abril de 2012

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