sábado, 12 de noviembre de 2011

8º FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA CONCLUSIONES

Ayer viernes 11 de noviembre terminó la 8ª edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, con la incertidumbre de si habrá una novena, a pesar de que sigue constituyendo un éxito de asistencia, sólo por detrás en nuestro país de los de San Sebastián y Sitges. En principio quienes hemos asistido a menudo hemos constatado que el nivel del cine exhibido sigue mermando con cada nueva edición, sin embargo a la vista del palmarés, en el que han tenido cabida tantos títulos distintos y con varias menciones especiales suscitadas por la indecisión de premiar unas u otras películas, tendremos que reconsiderar nuestra opinión.

Es cierto que no hemos visto lo más granado de la producción del año en Europa, aunque también lo es que muchas películas que este año han sido importantes o ya las hemos visto o estamos a punto de hacerlo, y por supuesto otras faltan, pero quizás no se pueda tener todo. Lo que sí nos ha llamado la atención es que los gustos son siempre muy diferentes vengan de quien vengan, y que en esto de los premios la disparidad de criterios nos obliga a aceptar que nuestra opinión puede no ser siempre la más acertada, y que en este mundo hay tanta gente, especialista o no, como gustos y necesidades. Sólo así comprenderemos que una cinta simpática y sencilla, pero a la vez corrientita, como Siempre feliz haya logrado el Giraldillo de Oro, y que un tostón descomunal y archivisto como la alemana Si no nosotros, ¿quién? se haya alzado con el de Plata. Aceptamos y subrayamos el Premio Especial del Jurado, lógicamente porque coincide con el de la crítica andaluza; se trata de la experiencia cinematopictórica El molino del tiempo. Pero no comprendemos que la espléndida cinta rusa Elena, dirigida por un veterano del festival como Andrei Zvyagintsev, se haya tenido que conformar con el premio a la mejor actriz, Nadezhda Markina, compartido además con Bien de Moor, por su rol desequilibrado en la cinta de Urzsula Antoniak (Nothing Personal) Code Blue. O que la muy reaccionaria, conservadora y moralista Shane de Steve McQueen, con todos sus méritos cinematográficos, que los tiene, lograse dos grandes premios, el de mejor actor, para Michael Fassbender, ya reconocido en Venecia, y también compartido con August Diehl, algo paradójico si tenemos en cuenta que para nosotros carecía del carisma necesario para abordar su complejo personaje de Si no nosotros, ¿quién?

A los jóvenes universitarios les gustó Tres veces 20 años, de Julie Gavras, que a nosotros sólo nos pareció simpática pero anodina, y al público The Artist, una de las propuestas más espectaculares, frescas y nostálgicas del certamen. Sin embargo hubo mención especial para Lidice, una cinta tan mal contada como rodada.  Y la crítica no quiso dejar de lado a la arriesgada y radical Mercado de futuros de Mercedes Álvarez, concediéndole una mención especial. Gustos para todos y muy repartidos, lo que celebramos porque significa que hubo mucha gente que disfrutó de la oferta de este festival.

Reproducimos para terminar el comunicado de prensa de ASECAN en el que da a conocer sus preferencias:

El jurado de la Asociación de Escritores yEscritoras de Cine de Andalucía, integrado por don Rafael Galisteo Tapia, doña Carmen Jiménez Lirola, doña Lourdes Palacios Matías y don Juan José Roldán Valdés, ha decidido conceder el Premio ASECAN 2011 a la película The Mill and the Cross de Lech Majewski, por su capacidad de experto para introducirnos en el universo pictórico de Brueghel con una puesta en escena transgresora y preciosista, y por poner el acento en el papel subversivo del arte frente a las tiranías de todo tipo y condición.

El jurado ha decidido también hacer una mención especial a la película de Mercedes Álvarez Mercado de futuros, por su apuesta por una forma de vida a la medida humana y por su talento e ingenio para observar el mercado ferozmente especulativo que nos ha llevado a la crisis que padecemos.

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