sábado, 15 de octubre de 2011

CONTAGIO de aburrimiento

Título original: Contagion
USA 2011 106 min.
Dirección Steven Soderbergh Guión Scott Z. Burns Fotografía Peter Andrews
Música Cliff Martínez Intérpretes Matt Damon, Marion Cotillard, Lawrence Fishburne, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Kate Winslet, Chin Han, Elliot Gould, Josie Ho,
Jennifer Ehle, Bryan Cranston Estreno en España 14 octubre 2011


El problema del cine de Steven Soderbergh es que ambiciona mucho sin llegar a nada. Sus espectaculares propuestas se desvanecen cuando hace prevalecer sus ínfulas de trascendencia e intelectualidad. Este es un film ambicioso, que rescata el espíritu de las viejas películas catastrofistas, incluido ese cartel en el que destacan las instantáneas de su estelar elenco interpretativo, para llevarlas a su propio terreno, el de la pedantería que logra estimular a algunos pero nos deja indiferentes a otros. El tema del virus letal que se propaga por todo el Mundo ya ha sido abordado en multitud de ocasiones por el cine americano, generalmente con intenciones mucho más humildes, las de simplemente entretener. Soderbergh sin embargo utiliza el trillado argumento para a partir de una obra de cámara, sin efectos visuales ni grandes masas de extras invadidos por el pánico y la desesperación, intentar analizar todos los resortes de una crisis mundial de este tipo, sea de salud o económica o del tipo que sea. Cada personaje da vida intencionadamente a un estrato de la sociedad implicada en el desarrollo social y cultural moderno, desde el bloguero a la científica, pasando por políticos, periodistas, ciudadanos de a pie y mujeres “casquivanas” (curiosamente la primera en ser sacrificada). Se trata de meternos el miedo en el cuerpo, hacernos dudar sobre el contacto físico (¿se puede ser más mezquino a la hora de dar consejos?) y lograrlo con una puesta en escena austera apoyada, eso sí, en un montaje eficaz y una banda sonora ejemplar, la mejor firmada por Cliff Martínez en su historia. Pero sólo consigue, al menos para quien escribe, aburrir, desinteresar. No podemos negarle que tiene un arranque y un epílogo poderosos, porque Soderbergh conoce la profesión, y demuestra que si se empeña puede inquietarnos; lástima que durante hora y media no lo consiga, porque al final, nada.

Tema principal de la película, compuesto por Cliff Martínez

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