lunes, 29 de abril de 2024

LO DE LA CARTUJA NO TIENE REMEDIO


Cada vez más degradada, como si hubiera sido reducida a escombrera o cultivo de yerbajos, la que una vez fuera orgullo de Sevilla y símbolo de su modernidad, ha ido viendo cómo la mala educación y la grosería imperante en la ciudadanía y la mala gestión y abandono de la administración, ha lastrado el paisaje de la Isla de la Cartuja hasta ir dejándolo hecho un infortunio. Ni la implantación de nuevas empresas, ni nuevos centros de ocio como el imponente Auditorio Cartuja Center, han remediado una situación que se viene denunciando desde que prácticamente acabaran los fastos del 92 y de la que ya nos hemos hecho eco anteriormente en estas mismas páginas.

Hay zonas absolutamente deterioradas, parcelas abandonadas y un sinfín de despropósitos que han convertido el legado de la Expo en una auténtica vergüenza, a pesar de lo cual sigue formando parte del circuito de los autobuses turísticos, mientras el otro legado, mucho mejor conservado, el de la Exposición Iberoamericana del 29, sufre el desprecio de estas rutas, flagrante desperdicio en el caso de la incomparable Avenida de la Palmera, que por mucho que se empeñlen en vilipendiar sus últimas intervenciones urbanísticas, mantiene todo su encanto y valor arquitectónico, mezcla de estilos que le han dado la suntuosidad que luce.


Pero sigue llamándonos la atención cómo paseos destinados a peatones y bicicletas siguen sufriendo la invasión incívica y desvergonzada de automóviles como si de aparcamientos se tratara, lo que sumado a la nula vigilancia y la pereza de autoridades, da como resultado una agresión urbanísitca y medioambiental impropia de una ciudad que se quiere ejemplo de patrimonio y cultura. Mi último paseo en bicicleta por las inmediaciones del Centro de Alto Rendimiento, ayer mismo domingo 28 de abril, se tradujo en estas fotos para el escarnio. Y temblamos ante la reapertura de Isla Mágica, cuando sus usuarios se sientan impunemente merecedores de invadir aceras y paseos, ante la desidia habitual de nuestras autoridades y la mala educación imperante en una sociedad sin remedio.

domingo, 28 de abril de 2024

INQUIETANTE META-FICCIÓN MUSICAL DE CÉSAR CAMARERO

Cómo subir una escalera sin peldaños. Foto-teatro musical de César Camarero con texto de Virginia Nogueira según el relato “A Shadow’s Life” de Stanley J. Reeve. Con Rocío de Frutos y la voz en off de Manolo Caro. Taller Sonoro: Jesús Sánchez Valladares, flauta; Camilo Irizo, clarinete; Alejandro Tuñón, violín; Mery Coronado, violonchelo; Ignacio Torner, piano; Baldomero Llorens, percusión. Cristian Valero, fotografías y video. Jaime Tuñón, sonido, edición de video y fotografía adicional. Coproducción del Espacio Turina y la Fundación Juan March. Espacio Turina, sábado 27 de abril de 2024


Sin algarabías, poco a poco nos estamos acostumbrando en esta ciudad a ser sede de importantes estrenos de algunos de nuestros compositores más reputados, y el Espacio Turina está siendo testigo de esta extraordinaria circunstancia. Su excelente programación musical, que trasciende nuestras fronteras provinciales y le erigen como punto de referencia ya en muchos lugares de la geografía española, está en grave peligro de regresión, y me temo que mucho lo vamos a lamentar. Pero de momento sigue con la programación diseñada cuando eran otros y otras, más comprometidas con la cultura de verdad y no la de los toros y la pandereta, quienes regían la ciudad. 
Sin embargo falta una mayor divulgación de sus contenidos para que propuestas como ésta cuenten con todo el respaldo del público y los profesionales del gremio que merecen.

Aunque el aforo del Espacio Turina mejoró sustancialmente con respecto al que vaticinaba su página web apenas unas horas antes, todavía fueron muchas las butacas que quedaron vacías frente a un espectáculo de este calibre, erigido por quien es hoy autor de referencia no sólo en nuestro país sino en el resto del mundo. El propio Espacio Turina se encargó de producir, junto a Taller Sonoro y la Fundación March, este interesante y novedoso espectáculo visual y musical en el que una larga y dinámica sucesión de fotografías hechas supuestamente con un móvil, se encargan de relatar una clásica historia de espionaje y persecución a una persona por no lugares de Sevilla y su entorno, combinando el centro con barrios periféricos, municipios de interior y playa o el Polígono Hytasa. Como en aquellas películas de cine negro en las que alguien encargaba a un detective perseguir a su esposo o esposa, o a un deudor o una amante, por poner algunos ejemplos.

Voz, imagen y banda sonora para una intriga sobre la realidad

Una voz en off, espléndido como siempre el actor sevillano Manolo Caro (La peste, Intemperie) va narrando a su cliente, el público mismo, sobre los avatares de dicha persecución, desvelando la rutina de una mujer que sólo de vez en cuando da pasos sospechosos, y cuyo eje fundamental es una conferencia grabada en video, que Rocío de Frutos interpreta con una dicción y un convencimiento loables en quien no está acostumbrada a estos menesteres. En dicha conferencia se desvela quizás la razón de ser de esta meta-ficción musical, que por un lado sería un sentido homenaje al padre del propio autor, Julio Camarero, periodista de sucesos que desveló al final de la dictadura la historia de Casimiro Feito, un pobre diablo perseguido injustamente que tuvo que vivir en la clandestinidad durante más de veinte años, adoptando una identidad y unas costumbres ajenas a las suyas propias.


Surge así la posibilidad de que todo lo que nos rodea, y nosotros mismos, sea una ficción, un teatro impostado en el que las influencias externas nos hayan conminado a crear una existencia que no es la nuestra propia y sincera. Y esa es la reflexión que esta intriga policiaca sin resolución nos invita a hacer incluso después de haber abandonado la sala, como las buenas películas
Su autor se permite salir en las fotografías como personaje misterioso que a su vez persigue a la pobre condenada, mientras un extraordinario trabajo de edición logra que lo grabado se alterne con fluidez y naturalidad con la fotografía hecha en directo y sobre la marcha al aparecer Camarero en la propia sala y el acontecimiento reflejarse también en la pantalla, logrando así un efecto mágico y a la vez cómico que persiste también durante toda la función.

Esta pequeña proeza técnica y otros aspectos tan bien acabados de la propuesta nos convence de que lo que estamos presenciando es un espléndido esfuerzo de equipo en el que por supuesto sobresale el impecable trabajo de Taller Sonoro, alma mater del proyecto, que traduce las líneas sinuosas, sostenidas e intrigantes, con ligeras inflexiones y puntuales progresiones dinámicas, la música de Camarero. Una partitura muy en su estilo y con clara vocación de profesional banda sonora al servicio de la imagen, a la que potencia e ilustra con el mismo esmero con el que todos y todas han diseñado este curioso y original trabajo cuyo estreno absoluto pudimos disfrutar anoche en una de esas raras ocasiones que corremos el peligro de perder cuando los lobos y las lobas reinantes se encarguen de polvorizar todo el esfuerzo realizado estos años atrás.

Todo un acierto el programa de mano con el libreto completo incluido, y el detalle de que Caro en su locución reprodujera los molestos sonidos de la tos y el plástico arrugado que tanto fastidia en conciertos y cines.

Fotografías: Cristian Valero
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

sábado, 27 de abril de 2024

RIVALES ¿Hablamos de tenis?

Título original: Challengers
USA 2024 131 min.
Dirección
Luca Guadagnino Guion Justin Kuritzkes Fotografía Sayombhu Mukdeeprom Música Trent Reznor y Atticus Ross Intérpretes Zendaya, Josh O’Connor, Mike Faist, Darnell Appling, Nada Despotovich, Joan Mcshane, Hailey Gates Estreno en Estados Unidos y España 26 abril 2024

No son muchas las películas ambientadas en el mundo del tenis. Recientemente podemos citar El método Williams, Borg/McEnroe y La batalla de los sexos, mientras algunas de las más memorables han tocado el tema de manera tangencial para ilustrar una trama criminal, como es el caso de las espléndidas Extraños en un tren y Match Point. Para que este deporte sirva de telón de fondo a una historia romántica o sentimental, nos tenemos que remontar a 1979 con la fallida y rematadamente cursi Pasiones en juego (Players), que tenía como protagonistas a Ali McGraw y el malogrado hijo de Dean Martin, así como una bonita banda sonora de Jerry Goldsmith. 
Guadagnino, cuya nueva adaptación de Retorno a Brideshead para la televisión permanece inédita y prácticamente abandonada, combina ahora la comedia veladamente sexual con este deporte, ofreciendo un espectáculo moderno y sensual, aunque también algo impostado y pretencioso. Parte para ello del guion primorosamente urdido por el debutante Justin Kuritzkes, que pronto estrenará también para el director italiano la adaptación de la novela Queer de William S. Burroughs.

Rivales tiene también algo de queer o gay en su revisión de las relaciones sentimentales, afectivas y abiertamente sexuales, triunfando en su primera mitad, tras una elocuente presentación de los personajes, dos amigos íntimos que luchan por hacerse un hueco en la disciplina, y una jugadora muy prometedora de la que ambos se enamoran, de ahí el título, que también hace referencia (en inglés) al torneo de categoría menor ATP Challenger Tour, imprescindible como trampolín de entrada en la competición profesional de primer orden. Es en el carisma de estos tres personajes, la música dinámica y electrizante de Trent Reznor y Atticus Ross, dos veces ganadores del Oscar (por La red social y Soul) y el virguero trabajo de fotografía de Sayombuhu Mukdeeprom, donde radica gran parte del atractivo de esta cinta. Otra cosa es su muy discutible montaje, con continuos pasos adelante y atrás en el tiempo que a veces enturbian un poco su trasparencia narrativa. También Guadagnino se esmera en dotar de energía esta primera parte bañada por un espíritu inconfundible de comedia ligera y que contiene secuencias tan estimulantes como el menage a trois de sus protagonistas absolutos. Pero a poco más de media hora del final esta atmósfera distendida se va diluyendo y dando paso a cierto tedio que se traduce en reiteración de episodios y emociones, dilatación de escenas, especialmente la última a fuerza de cámara lenta, y algo de pereza tanto en su director como en el espectador y la espectadora, que ya no encuentra puntos de conexión con lo que se cuenta.

Zendaya revalida su trabajo de actriz de carácter, hace algunos años ensayado en Malcolm & Marie, tras convertirse en la reina del cine adolescente y juvenil con sus intervenciones en Spider-Man y Dune. Pero su personaje redunda en ese carácter misógino del que nadie parece darse cuenta, que repite clichés en los que la mujer vampiriza, controla y domina a su gusto, cual bruja moderna que acaba quemada en la hoguera. Mientras, Josh O’Connor (La quimera, Tierra de Dios) le gana la partida a Mike Faist (Riff en West Side Story) con su sonrisa socarrona y sus ademanes canallas.

viernes, 26 de abril de 2024

THE PALACE El baile del efecto dos mil

Italia-Suiza-Francia-Polonia 2023 100 min.
Dirección
Roman Polanski Guion Roman Polanski, Jerzy Skolimoski y Eva Piaskowska Fotografía Pawel Edelman Música Alexandre Desplat Intérpretes Oliver Masucci, Fanny Ardant, John Cleese, Joaquim de Almeida, Mickey Rourke, Milan Peschel, Luca Barbareschi, Browyn James, Fortunato Cerlino, Luisiana Kornuta Steffen, Danny Exnar, Irina Kastrindis, Ilia Volok, Felix Mayr, Sydne Rome Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2023; en Italia 28 septiembre 2023; en España 26 abril 2024

En su última película, Polanski se ríe de todo y de todos y todas, por eso sorprende tanto que haya calado tan mal en la crítica, que la ha vapuleado hasta la náusea. Hacía tiempo que el director de El oficial y el espía no realizaba una comedia, género que sólo ha cultivado en dos ocasiones anteriores, El baile de los vampiros y ¿Qué?, esta última por cierto protagonizada por Sydne Rome, que aquí tiene una pequeña intervención. Hay una tercera ocasión, pero combinada con aventuras, en Piratas. Entroncando más con el espíritu de la primera de las citadas, The Palace narra una fiesta de fin de año por todo lo alto en un hotel de lujo extremo, con la particularidad que recibe el año 2000 y su profético efecto convulso. Y cierto es que si los tan temidos efectos esperados no se produjeron, cabe a un cuarto de siglo del acontecimiento convenir que el siglo XXI ha venido cargado de desgracias y desatinos. Muchos de ellos se apuntan en esta delirante y a ratos divertidamente grotesca película.

La riqueza de los rusos, el advenimiento de Putin como sustituto nefasto de Yeltsin, la revolución de la cirugía estética y sus aterradoras consecuencias, los delirantes caprichos de los más ricos, la corrupción, el extremismo islámico, la afición por el porno y otras lindezas con las que hemos tenido que convivir en estas últimas décadas, se dan cita en una película que en realidad no quiere más que jactarse de todo, divertirse y entretener y ofrecer un desfile de freaks tan espeluznante como hilarante, y para eso están actores híper retocados como Mickey Rourke o personajes tan sorprendentes como el que interpreta John Cleese. La vena cómica de un Polanski que recupera el espíritu de El baile de los vampiros convenientemente actualizado, converge aquí con la fauna apuntada en El triángulo de la tristeza, mucho más grotesca y con bastante peor gusto y sin embargo catapultada al éxito por los mismos que defenestran ésta por idénticos motivos.

Con un guion co-escrito por Jerzy Skolimowski, el reputado director de cintas como la reciente EO, sesenta años después de firmar juntos en el guion de la primera película de Polanski, El cuchillo en el agua, cabe apreciar también en la cinta la estética heredada de Wes Anderson, con más propósito sin duda que casualidad. Pero sobre todo cabe divertirse y reír a gusto con los continuos toques de slapstick que rezuma el espectáculo, y una fiesta digna de Blake Edwards en la que suenan versiones excelentes de éxitos del momento a cargo de los grupos y solistas que amenizan los imperdonables comportamientos de una fauna harta de auténtico caviar ruso y envejecido champán francés.

RABOS: EL MUSICAL Una pamplina grosera y absurda

Título original: Dicks: The Musical
USA 2023 86 min.
Dirección
Larry Charles Guion Aaron Jackson y Josh Sharp, según su musical “Fucking Identical Twins” Fotografía Michelle Lawler Música Marius DeVries Canciones Aaron Jackson, Josh Sharp y Karl Saint Lucy Intérpretes Aaron Jackson, Josh Sharp, Nathan Lane, Megan Mullally, Megan Thee Stallion, Bowen Yang Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2023; en Estados Unidos 20 octubre 2023; en España 26 abril 2024


Después de echarle tantos laureles a la productora A24, no nos queda más remedio que mostrar nuestra enorme decepción ante su debut en un género tan querido por nosotros como es el musical. Esta absurda e infame película se basa en un espectáculo off Broadway estrenado en 2015 con Aaron Jackson y Josh Sharp como responsables absolutos, en el que partiendo de la trama familiar por antonomasia que ofrecía Disney en Tú a Boston y yo a California, se planteaba la disparatada odisea de dos hermanos supuestamente idénticos por conciliar a sus padre y madre divorciados, con obstáculos tan graves como que él era gay y ella tenía una vulva portátil y voladora.

Se erige como insolente y obsceno musical de celebración queer con mucho color y apuesta por el amor sin fronteras ni diferencias, del homosexual al incestuoso pasando por el más friqui hacia unos pequeños monstruos. Ya es indicativo de lo que vamos a encontrar en la cinta su propio título, si bien genitales y pechos es lo único que se ahorra, dado el habitual puritanismo norteamericano ante el cuerpo humano.

Pero aún lo es más que de la empresa se haya encargado el director de Borat, Bruno y El dictador, aunque también de un documental sobre Larry David, cómico archifamoso en Estados Unidos por crear Seinfeld y Curb Your Enthisasm, además de protagonizar Si la cosa funciona de Woody Allen. El resultado es una pamplina premeditadamente grosera con apenas un par de canciones dignas y unas aseadas coreografías, todo ello teñido de un mal gusto exagerado a propósito, lo que podría no impedir que en un futuro no lejano acabe convirtiéndose en una película de culto.

lunes, 22 de abril de 2024

LA QUIMERA El descanso eterno

Título original: La chimera
Italia-Francia-Suiza 2023 130 min.
Dirección
Alice Rohrwacher Guion Alice Rohrwacher, Carmela Corvino y Marco Pettenello Fotografía Hélène Lovart Intérpretes Josh O’Connor, Carol Duarte, Vincenzo Nemolato, Isabella Rossellini, Alba Rohrwacher, Lou Roy-Lecollinet, Giuliano Mantovani, Gian Piero Capretto, Melchiorre Pala, Ramona Fiorini Estreno en el Festival de Cannes 26 mayo 2023; en Italia 23 noviembre 2023; en España 19 abril 2024


En su línea habitual y con un sello ya inconfundible, la realizadora italiana Alice Rohrwacher vuelve a combinar realidad y sueño en una tan estimulante como entretenida fábula sobre esa conexión entre los vivos y los muertos que parece dar sentido a nuestra existencia. La quimera del título consiste en reencontrar el amor fenecido y lograr mediante el expolio de tumbas milenarias una riqueza que permita retirarse y disfrutar de una vida sin complicaciones. Todo ello en un entorno muy familiar a la personal directora, entre gente marginada y bohemia que sobrevive en espacios efímeros e inmuebles ocupados, creando así cierta reflexión sobre el concepto de bien común y bien patrimonial.

La cinta se bifurca de hecho entre los conceptos de usurpación y patrimonio, tráfico ilegal de obras de arte y profanación del sueño de los muertos, ocupación de bienes inmuebles abandonados y falta de un mínimo para subsistir, conservación de un patrimonio y rapiña del mismo por la familia… en lo que se revela como una suerte de análisis del capitalismo a ultranza y utilización del bien común como forma de paliar las consecuencias de una grave crisis económica y humanitaria. Pero nada de esto sufre un tratamiento panfletario, sino más bien de carácter poético, dirigido a convertir en cuento una realidad preocupante en la que las personas humildes buscan un espacio en un mundo deshumanizado. El rico muestrario de personajes que van de los ladrones de tumbas al vagabundo enamorado, pasando por la señora decadente pero generosa y la joven idealista, cruzan sus vidas e ideas para conformar un paisaje tan evocador como entrañable en el que las palabras fluyen de forma tan ingeniosa como divertida.

Habitual del Festival de Sevilla, la cada vez más interesante directora de El país de las maravillas y Lázaro feliz, logra su película más amable y distendida, donde la conexión entre la vida y la muerte se hace más poética y patente. Su trabajo le ha proporcionado la Espiga de Plata en Valladolid y el galardón al mejor diseño de producción en los Premios Europeos del Cine, tras su presentación en el Festival de Cannes del año pasado.

domingo, 21 de abril de 2024

CIVIL WAR La guerra en casa

Reino Unido-USA 2024 109 min.
Guion y dirección
Alex Garland Fotografía Rob Hardy Música Ben Salisbury y Geoff Barrow Intérpretes Kristen Dunst, Wagner Moura, Cailee Spaeny, Stephen McKinley Henderson, Jesse Plemons, Nick Offerman, Nelson Lee, Jefferson White Estreno en Estados Unidos 12 abril 2024; en España 19 abril 2024

Sólo una semana después de Sangre en los labios asistimos al estreno de una nueva e interesante producción de A24, esta vez centrada en los estragos de una guerra similar a aquellas de las que estamos siendo testigos en esta década, pero con la particularidad de desarrollarse en Estados Unidos. El país que más guerras provoca y en las que más se involucra, generalmente para dar salida a su primera industria y la que más le asegura su predominio en la economía y el control del mundo, la armamentística, se ve inmerso en esta fantasía bastante creíble en un conflicto en primera persona y en su propio territorio. Las causas y las consecuencias apenas importan a su director y creador, Alex Garland (Ex Machina, Men), que se limita a generar una serie de peripecias a cual más inquietante e incómoda, las que encuentran a su paso un grupo de periodistas y fotógrafas en camino a la Casa Blanca antes de que lleguen allí las fuerzas subversivas y beligerantes provenientes del oeste americano.

Está claro que Garland basa su idea en el asalto al Capitolio de hace unos años, que ni siquiera parece rendirle cuentas a su principal provocador, el que sin duda será de nuevo próximo presidente del controvertido país. Pero es aún más cierto que el realizador basa sus temores y su resolución estética en los informativos que a diario invaden nuestra vida doméstica, con escenas irrespirables e inexplicables en Gaza y Ucrania, con miles de civiles inocentes muriendo a diario. Por este motivo esta no es una película de destrucción masiva al estilo de Marvel y similares, sino una inasumible recreación de lo que la realidad trae hasta nuestros hogares a diario, mientras intentamos permanecer al margen y hacemos como si nada ocurriese, aunque en realidad estemos acelerando nuestras necesidades y anhelos por si no hay un mañana. Todo esto da a la película una entidad propia y una importancia relevante, mientras en cuestión de narrativa asistimos a una concatenación de episodios que ponen nuestra capacidad de resistencia al límite, por lo que si notamos que al salir del cine tenemos la cara enrojecida, probablemente sea de lo mucho que nos la hemos pellizcado.

Al buen resultado de la función contribuye el impecable trabajo de su cuarteto protagonista, con una Kirsten Dunst de expresión permanentemente agria y consecuentemente triste, el sufrimiento de sus compañeros, el brasileño Wagner Moura y el veterano Stephen Henderson, así como la avidez teñida de intrepidez y terror manifiesto de Cailee “Priscilla” Spaeny. La precisa puesta en escena, sus calculados efectos visuales concebidos para dar realismo más que espectacularidad a la empresa, y un buen puñado de canciones marca del espíritu de un pueblo que ve cómo sus peores pesadillas se hacen realidad, completan el buen acabado de esta implacable cinta.