viernes, 15 de marzo de 2024

Estreno en salas de HOW TO HAVE SEX

Reseña de la película, estrenada en el 20º Festival de Cine Europeo de Sevilla. Estreno en salas 15 marzo 2024

PASEO POR LAS MÚSICAS DE SEVILLA CON ÁNGELES NÚÑEZ

XLI Festival de Música Antigua de Sevilla 2024. Constantinople & Proyecto Ocnos & Ángeles Núñez & Alberto Carretero. Programa: La Sevilla de las Tres Culturas: Una mirada actual. Salón de Tapices del real Alcázar, jueves 14 de marzo de 2014


Tras el triunfal estreno de La bella Susona de Alberto Carretero en el Maestranza, el Femás presentó ayer un espectáculo único y singular con el que se complementaba de alguna manera la experiencia vivida al aire de la calle antes denominada de la Muerte, a escasos metros del precioso Salón de Tapices del Alcázar donde se convocaron los talentos partícipes en este evento. Pero aunque la fuerza de este encuentro de artistas y culturas fue resultado de una estrecha y muy cuidada colaboración, en la que todos sus resortes brillaron con considerable potencia, fue la cantante de Alcalá de Guadaira, Ángeles Núñez, a quien tantas veces hemos seguido en conciertos de las Noches del Alcázar y otras propuestas sevillanas, quien tuvo posiblemente ayer su gran noche, en la que desplegó sus indiscutibles habilidades y su particular talento para afrontar tantos y variados estilos con una disciplina férrea y sentido de la responsabilidad.


Este recorrido por la Sevilla del siglo XV en la que se desarrolla el drama musical de Carretero y Puerto, encrucijada de culturas que han moldeado sin duda nuestra particular cultura musical, concitó en el escenario al conjunto canadiense Constantinople, de quienes ya disfrutamos en alguna edición anterior del festival junto a la este año ausente Accademia del Piacere, al sevillano Proyecto Ocnos, especialistas en música contemporánea y de amplia divulgación en nuestra ciudad, la música electrónica y las nuevas composiciones de Alberto Carretero, y la voz inmensa y la presencia arrolladora de la cantante sevillana, quien salvo en los cantos de origen persa que entonó Kiya Tabassian, de Constantinople, abordó todas las piezas programadas con un rigor extraordinario, sin desfallecer ni evidenciar fatiga alguna, y una capacidad para embelesar fuera de toda discusión.

El espectáculo se estructuró en cuatro bloques de idéntica duración, hasta completar la hora y media exacta, dividido cada uno a su vez en cuatro disciplinas distintas pero intercomunicadas con acierto e inteligencia. Un canto con ínfulas de danza sefardí, seguido de otro de carácter más recogido y mística cristiana, con piezas de Juan de Anchieta, Juan del Encina y Juan Cornago, entre otros. Después la aportación de raíz musulmana y finalmente el nuevo cancionero experimental de Carretero, siguiendo unas pautas de guion que nos llevaron siempre con carácter de yuxtaposición por la Fe y Tradición, la Infancia y la Maternidad (con escala evidente en nanas sefardí y cristiana entonadas con sentimiento estremecedor), Vida y Muerte, para terminar con Amor y Desamor. Escalas que el ecléctico conjunto abordó con maestría y enorme sentido musical, especialmente en las endiabladas danzas, destacando la capacidad de Núñez para adaptarse a cada disciplina con voz estudiada y adecuada. Acentuó el carácter local de los cantos naturales sefardíes y el tono lírico más afín a su voz de soprano de timbre sedoso y sensualidad desbordante, siempre en perfecto estilo, culminando en un despliegue de vocalizaciones vertiginosas y muy exigentes en las experimentales coplas de Carretero, quien depuró su estilo y lo suavizó para adaptarse a las circunstancias, evidenciando en todo momento un trabajo exhaustivo de investigación y contemporización.

Un esfuerzo considerable para la cantante, que se vio acompañada del poderoso conjunto instrumental en el que se fundieron los instrumentos étnicos, como el kanun o el setar, con las guitarras, incluida la eléctrica, y los clarinetes contemporáneos y debidamente preparados, instrumentos de percusión de diversa índole, incluidos objetos domésticos, y la envolvente y atmosférica electrónica de Carretero. El punto y final lo puso una larga exhibición de todas estas disciplinas que dejó clara la ferviente implicación de cada artista convocado y convocada, provocando deleite y admiración.

Fotos: Lolo Vasco

RADICAL La receta del conocimiento

México 2023 127 min.
Guion y dirección
Christopher Zalla, según un artículo de Joshua Davis Fotografía Mateo Londono Música Pascual Reyes y Juan Pablo Villa Intérpretes Eugenio Derbez, Daniel Haddard, Jennifer Trejo, Mia Fernanda Solís, Danilo Guardiola, Enoc Leaño, Gilberto Barraza Estreno en el Festival de Sundance 19 enero 2023; en México 20 octubre 2023; en España 15 marzo 2024

Posiblemente México sea uno de los países más peligrosos donde vivir, especialmente si se hace en zonas marginales, olvidadas y desprotegidas. Pero es verdad que sitios así hay en todas partes y que las principales víctimas de ese clima enrarecido y poco recomendable son los niños y las niñas. También es cierto que la lacra de la educación existe en todos los rincones del mundo, si bien en unos más que otros. Para nosotros resulta fácil identificarnos con este problema estructural y de clases en el que se ha convertido la educación oficial, más bien encaminada a adocenar, encorsetar y evitar el libre pensamiento, siempre tan amenazante para los poderes reinantes. En ese contexto, el director mexicano Christopher Zalla, nacido en Kenia y cultivado en Estados Unidos, donde ha dirigido subproductos como Padre Nuestro (Sangre de mi sangre) y Sensualidad letal, con Rob Lowe, Paz Vega y Candice Bergen, ha encontrado en un artículo periodístico aparecido en 2012 el vehículo perfecto para recrear con mimo, delicadeza y extrema amabilidad la peripecia vital de un profesor de primaria que recién llegado a una escuela deprimida, experimenta con métodos revolucionarios basados en la práctica, el juego y la reflexión, para poner patas arribas el colegio, el sistema y la esperanza de los y las más jóvenes.

Tres de ellos y ellas, además del director del centro, se convierten en los principales aliados de la cruzada del idealista profesor, y con ello de nuestra propia ilusión y emoción, logrando hacernos reír y llorar a la vez, de forma muy hábil y meditada, sin que parezca caer en el sentimentalismo barato, aunque en el fondo sus costuras estén tan aprendidas como las lecciones que pretenden inculcar a los desmotivados estudiantes. Con todo, se trata de un film estimulante, que se ve más que con agrado, con entusiasmo y la esperanza de que otro mundo y otra sociedad son posibles, y que podemos evitar la máxima de Einstein con la que se cierre al film, que lo único que interfiere en nuestro aprendizaje es nuestra educación.

Como protagonista, el veterano Eugenio Derbez (Coda) pone toda la carne en el asador, para eso es también el productor de la cinta. Le sigue con idéntico entusiasmo Daniel Haddard, componiendo juntos una oda a la camaradería y la amistad, y el resto del joven elenco, tan fresco y natural aunque a veces el guion se revele demasiado profundo en sus gargantas. Galardonada con el Favorite Award del Festival en Sundance, así como el premio a la Mejor Película Iberoamericana en Málaga, opta por un Platino a la mejor banda sonora, a pesar de que su optimista soniquete se inspira muy a propósito en el mismo Gassenhauer de Carl Orff que motivó el reconocido You’re So Cool de Hans Zimmer para la película Amor a quemarropa.

jueves, 14 de marzo de 2024

LA SUSONA DE CARRETERO DEVIENE DE RETO A TRIUNFO

Ópera con música de Alberto Carretero y libreto de Rafael Puerto. Nacho de Paz, dirección musical. Carlos Wagner, dirección escénica. Alejandro Andújar, escenografía y vestuario. Albert Faura, iluminación. Francesc Isern, diseño de video. Sylvain Cadars, ingeniero de sonido. Alberto Carretero, electrónica. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Con Daisy Press, Luis Cansino, José Luis Sola, Federico Fiorio, Marina Pardo y Andrés Merino. Coro Teatro de la Maestranza (Íñigo Sampil, director). Producción del Teatro de la Maestranza en colaboración con el Auditorio de Tenerife. Teatro de la Maestranza, miércoles 13 de marzo de 2024

Daisy Press y José Luis Sola

Tratándose de Alberto Carretero, no cabía esperar de La bella Susona uno de esos estrenos absolutos que programan periódicamente teatros como el Metropolitan de Nueva York basándose en éxitos teatrales o cinematográficos. Tampoco era previsible que echara mano de su particular, duro y exigente universo musical, no muy al alcance de todo tipo de sensibilidades. Demostrando una vez más su indiscutible inteligencia, ha tirado por la vía intermedia, que ni traiciona su estilo ni la vanguardia para la que está comprometido, pero tampoco pide al público habitual de la ópera la aceptación incondicional de una estética que se antoje demasiado extremista y exigente. El resultado es hora y media casi de experiencia sensorial siguiendo los cánones tradicionales de un espectáculo operístico, tanto escénica como musicalmente, teñido de una experimentación inquieta y sumamente atractiva.

Tras varios años desde que la pandemia retrasara su estreno, este encargo con tema sevillano de la Sinfónica de Sevilla cuando la dirigía John Axelrod, por cierto presente en la sala como también lo estuvo la tarde anterior con el Réquiem de musicAeterna, se añade a la suculenta lista de óperas ambientadas en nuestra ciudad. Durante todo este tiempo ha asumido su condición de work in progress, hasta que anoche se presentó ante el público seguramente en su versión definitiva. No ha perdido del todo su carácter de ópera de cámara, pero ha avanzado hasta adquirir un aspecto mucho más ambicioso y presentarse como híbrido entre dicho concepto y el que tenemos de ópera en toda regla. Para eso se ha rodeado de un equipo de primera categoría, técnico y artístico, que ha dado como resultado el triunfo del que anoche pudimos disfrutar en el escenario principal del Teatro de la Maestranza.


Una protagonista controvertida

Extraña sin embargo que para la ocasión se haya decantado por un personaje continuador de esa tradición que sitúa a la mujer en el centro de intrigas y traiciones, le hace purgar sus pecados y finalmente sacrificarse por amor y asumir su condición de víctima del hombre machista y maltratador. Creíamos que ese tipo de personaje pertenecía al pasado, cuando Madame Bovary o Anna Karenina triunfaban en la literatura y Lucia di Lammermoor o Violeta Valéry lo hacían en la ópera. Sin embargo, el talento del libretista Rafael Puerto ha dado un pequeño vuelco al comportamiento de esta bella Susona, fundamental para eximirle de esos prejuicios y constantes que han lastrado históricamente la condición de la mujer. No es precisamente su Susona otra Eva o femme fatale medieval que arrastra al hombre a la tragedia para terminar sacrificándose por él.

Salvado inteligentemente este escollo, la leyenda que dio nombre a una calle sevillana en el Barrio Santa Cruz, antes llamada de la muerte, viene servida con un trabajo espléndido en lo musical y en lo poético, que gracias a la dirección escénica de Carlos Wagner apoyada en la escenografía de Alejandro Andújar, curtido también en el musical como atestigua su Company del Teatro Soho de Málaga, la iluminación de Alberto Faura y los muy creativos videos de Francesc Isern con el río siempre como protagonista, nos sumergen en una Sevilla tenebrosa, la que sin duda debió reinar cuando el catolicismo fue purgando cualquier otra creencia que se antojara amenazante. En este entorno, la música de Carretero fluye con fuerza hipnótica y subyugadora, combinando y alternando electrónica, manipulada por él mismo, con una orquesta sinfónica magníficamente dirigida por Nacho de Paz, preparada concienzudamente para la ocasión, extrayendo de sus instrumentos sonidos nuevos y embriagadores. La literatura es convencional, permitiendo licencias vocales e instrumentales que entroncan con la tradición operística, pero sin renunciar a sonoridades dispares y vanguardistas, todo envuelto en un halo místico e intrigante en el que todas las familias orquestales lucen resplandecientes, mientras el trabajo de Sylvain Cadars al sonido reproduce ese ambiente amenazador que da sentido contemporáneo a la historia que se nos cuenta.

Poesía y tinieblas al servicio de una música hipnótica

También se esmera mucho Rafael Puerto para dotar de poesía una historia que se presenta más como larga reflexión de la protagonista que como una narración convencional, donde los recuerdos se mezclan con los sentimientos en una Sevilla ocupada por la sinrazón y el fanatismo religioso, que renuncia a ser crisol de culturas para sumergirse en las tinieblas medievales que lastraron nuestro progreso y devenir. En un doble plano escénico, asistimos en un nivel superior a la turba humana a la que presta voz y cuerpo un coro entregado al máximo, mientras en otro nivel a la altura del escenario entramos en la casa de Aben Susón y en el convento donde Susona recibe al apoyo y el consuelo de Sor Gregoria.

Federico Fiorio

Soluciones inteligentes y atractivas para dar empaque a un estreno absoluto en el que brilló el talento de la artista multidisciplinar estadounidense Daisy Press, con voz lírica educada y presencia arrolladora también en sus espasmódicos movimientos. Frente a ella, José Luis Sola fue un Guzmán de dicción clara y fraseo preciso, el que mejor encaja en el concepto tradicional lírico, y Luis Cansino luchó por destacar en el entorno a pesar de la amplificación natural, debido a una voz de escasa proyección. Mucho mejores estuvieron Marina Pardo con voz potente y flexible, y la sedosidad del contratenor Federico Fiorio como escribano. Habitual del Maestranza, Andrés Merino cumplió tan favorablemente como el espléndido coro, completando un elenco a la altura de este estreno absoluto con el que el coliseo sevillano cumple una obligación consustancial a los buenos teatros de ópera.

La colaboración en la producción del Auditorio de Tenerife asegura una representación en esa ciudad que esperemos se extienda a otras plazas. Aquí de momento queda otra oportunidad, el viernes, de asistir a un evento de este calado y ser testigo de su transcendencia. Entretanto, se complementa con un espectáculo en el Alcázar de la mano del Femás, con el grupo canadiense étnico-oriental Constantinople y el conjunto sevillano experimental Ocnos junto a la carismática voz de Ángeles Núñez, recreando sonidos de la Sevilla de entonces acompañados de un nuevo cancionero en cuatro partes del propio Carretero.

Fotos: Guillermo Mendo
Versión ampliada del artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 13 de marzo de 2024

CURRENTZIS Y MUSICAETERNA: LA MÚSICA NO SIEMPRE CALMA DEMONIOS

Gran Selección y XLI Festival de Música Antigua de Sevilla 2024. musicAeterna. Olga Pashchenko, pianoforte. Elizaveta Sveshnikova, soprano. Andrey Nemzer, contratenor. Egor Semenkov, tenor. Alexey Tikhomirov, bajo. Vitaly Polonsky, dirección del coro. Teodor Currentzis, dirección. Programa: Concierto para piano nº 24 en do menor KV 491, de Mozart; Concierto para clave en Re mayor, de Dmitri Bortnianski; Música fúnebre masónica KV 477 y Réquiem KV 626, de Mozart. Teatro de la Maestranza, martes 12 de marzo de 2024


Han tenido acierto los responsables del Maestranza y el Femás en traer a Sevilla a musicAeterna. una de las formaciones más reconocidas en el ámbito de la música interpretada con criterios reparadores, con una personalidad tan arrolladora como la de Teodor Currentzis al frente. Este esfuerzo común ha aumentado los atractivos carteles de Gran Selección del coliseo del Paseo Colón y de este Festival de Música Antigua que con este concierto se sumerge en su ecuador. Sólo Barcelona y Madrid, además de Sevilla, se han beneficiado de esta pequeña gira española de un conjunto que sin embargo llega envuelto en la lógica polémica. La que implica que su financiación esté en manos de uno de los bancos más afines a Putin, y que muchos de los integrantes de la afamada orquesta hayan confesado su simpatía por el execrable mandatario ruso. Hubiera estado bien que el Maestranza pinchara para la ocasión aquella grabación que durante los primeros meses de invasión de Ucrania recordaba nuestro compromiso con el pueblo masacrado, el que precisamente protagoniza el irrespirable documental recientemente galardonado con el Oscar, 20 días en Mariúpol.


Pero Currentzis, que es griego de origen, aseguró hace unos días que con esta gira centrada en el Réquiem de Mozart, él y la orquesta que fundó hace exactamente veinte años pretenden calmar ánimos y emociones heridas, presumimos que por la guerra. El hecho además de que la plantilla esté integrada por maestros y maestras de diversas nacionalidades, nos da cierta confianza acerca de la postura del conjunto sobre esta trágica realidad. Ciertamente con esta música, servida así con tanta excelencia, debería calmarse cualquier ánimo o temperamento agitado y convulso. De cualquier forma, toda explicación nos sirve de consuelo para poder encarar desde el punto de vista estrictamente musical lo que ayer pudimos escuchar en el Teatro de la Maestranza. Lo más llamativo fue la capacidad del director y la orquesta para captar nuestra atención de principio a fin, con la sola excepción del larghetto central del Concierto nº 24 de Mozart, masacrado por las implacables toses y ruidos varios que afearon con total desvergüenza y falta de educación la interpretación de la pieza. Se trata como siempre de quienes tienen que asistir al Maestranza como asisten a los toros, la feria y los palcos de Semana Santa; forma parte de su vida social, independientemente de que les guste la música más o menos, lo que permite fastidiar al resto de quienes sólo acudimos movidos por nuestra pasión por la música.

Esta fue la obra que inauguró la larga exhibición de animAeterna, con una excelsa Olga Pashchenko al fortepiano, se supone que levemente amplificado para llegar a cada recóndito espacio del Maestranza. Pero una vez más hemos de destacar la espléndida acústica del recinto, lo que también juega en su contra a la hora de reproducir los exabruptos del público, la que provocó que la citada amplificación, si la hubo, fuera tan tenue que ni siquiera fuimos capaces de apreciarla. Eso sí, el sonido se reveló más humilde y canijo que cuando escuchamos la pieza al piano moderno. De cualquier modo, Paschenko, con Currentizis atento y adaptado, logró una interpretación intensa y dramática, sin descuidar sus aspectos más delicados y con acopio de agilidades y filigranas que se repitieron en el Concierto para clave del hoy desconocido compositor ucraniano Dmitri Bortnianski. Aunque nacido cuando el país pertenecía al Imperio Ruso, apreciamos quizás, o queríamos hacerlo, cierta condescendencia y solidaridad con el pueblo que hoy sufre una barbarie que ni la música consigue aplacar, como tampoco pudo la Orquesta del Diván con la otra tragedia que copa los informativos. Ni siquiera puede amansar algo tan sencillo como esas toses implacables aludidas. Resuelto con gracia y desparpajo, y mucha agilidad, este concierto del que sólo se conserva su primer movimiento, dio paso a una demostración de virtuosismo por parte de la solista, encarando una larga propina beethoveniana en forma de variaciones que fue precedida de una breve explicación de las bondades del instrumento, un Walter reproducción exacta del que utilizó el mismo Mozart, con dos pedales muy sintomáticos.


La segunda parte se centró en el esperado Réquiem, sin duda el motivo que concitó el lleno absoluto que experimentó el Maestranza. Antes, Currentzis lo adornó con la Música fúnebre masónica del propio Mozart, una práctica que viene siendo muy habitual en la interpretación de la famosa misa reconstruida con criterios historicistas. Siguió un gesto muy teatral, este sí creemos que de su propia cosecha, como fue convocar a cuatro miembros masculinos del coro para que entonaran en penumbra el canto llano con los textos del réquiem, que apareció ya por fin inmediatamente después. Aquí el director repitió las constantes que fueron virtudes en el concierto previo de Mozart, fuertes contrates y dinámicas muy acentuadas, junto a un meticuloso trabajo armónico y una claridad de matices verdaderamente espectacular. A todo ello se sumaron unos metales resplandecientes, que dejaron en evidencia nuestra habitual condescendencia con los errores técnicos que emborronan su interpretación, que justificamos con la complejidad y dificultad de estos instrumentos en su vertiente primitiva. Intachable el trabajo del coro, sensacional en todos los sentidos, especialmente en sus particulares juegos armónicos y claridad expositiva, siempre dentro naturalmente de esa estética áspera y contundente que difiere de la romántica a la que tantos nos hemos acostumbrado, y que tanto nos sigue gustando. Y para terminar, un póker de voces realmente impecable, todas menos la del bajo integrantes del coro. Alexey Tikhomirov evidenció una voz poderosa y profunda, mientras Semenkov brilló por su sedoso timbre, Nemzer por su registro homogéneo y tan en estilo, y Sveshnikova por su voz aterciopelada. Juntos lograron un Benedictus sobrecogedor, nuestra secuencia favorita del conjunto aunque sea más fruto del talento de Süssmayr, aprendido de Mozart, que del de su propio maestro.

Fotos: Lolo Vasco

martes, 12 de marzo de 2024

LOS PEQUEÑOS AMORES Frágiles y vulnerables

España-Francia 2024 95 min.
Guion y dirección
Celia Rico Clavellino Fotografía Santiago Racaj Intérpretes María Vázquez, Adriana Ozores, Aimar Vega, Miguel Ángel González, Camille Figuereo, David Aguilar Estreno en el Festival de Málaga 4 marzo 2024; en cines 8 marzo 2024

La vida cuesta. Encontrar el impulso que nos haga levantarnos cada mañana con ilusión está a disposición de una minoría. A veces los pequeños traumas, las pequeñas miserias pesan mucho para afrontar la rutina en la que la mayoría hemos convertido nuestra vida. Después de sacar brillo a Lola Dueñas y Anna Castillo en su ópera prima, Viaje al cuarto de una madre, con un retrato áspero y a la vez conmovedor de una madre anclada en las costumbres de un pueblo y su hija más abierta al horizonte, la sevillana Celia Rico consigue mejorar todavía más aquella delicada película con otra relación materno filial, esta vez aún más sutil y aparentemente sencilla si cabe.

En su guion y su realización no parece estar contando mucho, de hecho apenas hay argumento, y todas las personas que vamos a verla lo conocemos de antemano. Una mujer de avanzada edad vive sola en su casa de campo, sufre un pequeño accidente y necesita la ayuda de su hija entrada en los cuarenta, que debe sacrificar sus vacaciones de verano para prestar la atención debida a su progenitora, con la que hace tiempo que apenas tiene un roce continuado. A partir de aquí asistimos a una serie de emociones y sensaciones, fáciles de distinguir y de compartir, que nos lleva a preguntarnos por las decisiones tomadas, la necesidad de compartir o no nuestra vida con otros seres queridos, las relaciones a distancia, siempre tan difíciles, a las que nos unimos con lo que sea, una playlist por ejemplo... Tantos y tantos ingredientes que nos hacen preguntarnos por nuestra razón de existir, hasta entender que el roce y la relación pueden limar asperezas y descubrir que a veces esa razón que buscamos la tenemos cerca, y que hay amores que desde luego nunca decepcionan, y decisiones que en muchas ocasiones responden al corazón más que a la cabeza, y no nos queda más remedio que asumir sus consecuencias.

Todo esto lo explica Rico en un contexto de mujeres independientes, magistralmente interpretadas por una contenida María Vázquez y una contundente Adriana Ozores merecidamente premiada en Málaga. Mujeres afortunadamente lejos de aquellas mal consideradas heroínas de antaño que se empeñaban en mostrar a la mujer como un ser sacrificable y sometida a la supremacía masculina. Pero son tambén mujeres frágiles y vulnerables, algo que no escapa del alcance también de los hombres.

SEGUNDA SEMANA DE GRANDES CITAS EN EL FeMÁS

Grandes nombres se suceden en esta segunda semana del Festival de Música Antigua que arranca con un Réquiem de Mozart al estilo de MusicAeterna


Después de una primera semana marcada por citas tan importantes e impactantes como las que nos brindaron Dorothee Oberlinger y L’Apothèose o Max Emanuel Cencic acompañado de la singular {oh!} Orkiestra dirigida por una enérgica Martyna Pastuszka, pero también con la ausencia de Daniel Zapico por enfermedad, lo que dejó el ya de por sí algo más corto programa de este año más mermado, el Festival de Música Antigua de Sevilla encara una segunda semana con carencias acusadas. Igual que ha ocurrido con otras manifestaciones culturales o de cualquier otra índole, las crisis sufridas en los últimos años, económicas y sanitaria, parecen servir de excusa en nuestra desdichada ciudad para mantener los consabidos recortes organizativos.

Sólo así se explica que sigamos sin disfrutar de los catálogos que hace años resultaban imprescindibles para aumentar la categoría que el certamen merece. Pero es que esta edición se ha prescindido incluso de programas de mano, confiándolo todo a una página web cuya consulta durante el concierto correspondiente no hace sino molestar al resto del público. Sin una galería de fotografías de los conciertos que ayuden a dar mayor difusión y cobertura a cada cita, y la ausencia de los títulos de las piezas a interpretar entre los subtítulos, no siempre disponibles cuando el evento los exige, merman también la dignidad de un festival que por el contrario ha apostado por un cartel tan atractivo como variado, como evidencia esta segunda semana que está a punto de arrancar.

Un Réquiem con entradas agotadas y un atractivo complemento a La bella Susona

La primera cita de la semana llega de la mano de la orquesta MusicAeterna, cuyo fundador y director, el griego nacionalizado ruso Teodor Currentzis, ofrecerá el martes en el Maestranza su particular versión del Réquiem de Mozart, seguramente una de las obras más populares del repertorio clásico, cuya fama trasciende lo puramente musical para adentrarse en el terreno del thriller gracias a las leyendas que cursan sobre las condiciones de su composición, que alimentaron incluso especulaciones tan atractivas e impactantes como las vertidas en la obra de Peter Shaffer y la película de Milos Forman. Cuatro solistas igualmente rusos y miembros del coro de la orquesta, se encargarán de dar forma a esta suculenta pieza, incompleta tras la prematura muerte de Mozart, aunque dejó directrices suficientes para que su discípulo Franz Xaver Süssmayr la terminara en mimético estilo. El Concierto para piano nº 24 de Mozart, interpretado por la muy aplaudida Olga Paschenko, completa un programa para el que no quedan entradas.

San Luis de los Franceses será el privilegiado escenario para que el miércoles 13 Ismael Campanero y Daniel Oyarzábal rindan homenaje al violone, instrumento muy popular en el Renacimiento y el Barroco, aunque fundamentalmente reservado a funciones de bajo continuo. La escasez de obras dedicadas en exclusiva a este instrumento de cuerda frotada de gran tamaño hace inevitable recurrir a la transcripción para ofrecer un programa tan atractivo, con Bach, Vivaldi, Castello, Frescobaldi o Purcell en los atriles, de la mano del joven y ecléctico contrabajista madrileño y el especialista vasco en teclados, que presentan así el disco que con el mismo título, The New Violone, editaron el año pasado.


Coincidiendo con el estreno un día antes en el Maestranza de la ópera La bella Susona, el prestigioso y comprometido compositor sevillano Alberto Carretero ofrecerá el miércoles en el Palacio Gótico del Alcázar un singular espectáculo que recrea la Sevilla de las Tres Culturas con la colaboración del conjunto étnico canadiense Constantinople, que ya actuó en el festival junto a su director Kiya Tabassian hace un par de años, el ensemble contemporáneo Proyecto Ocnos y la rutilante y personalísima cantante Ángeles Núñez, habitual de los grupos Axabeba y Sephardica. Se trata de un proyecto concebido especialmente para el Femás, en el que destaca un nuevo cancionero en cuatro partes compuesto ex profeso por Carretero.

Valer Sabadus y Orkester Nord embellecen el fin de semana

Barroco de bolsillo es el título con el que debutan en el Espacio Turina el viernes 15 los primeros atriles de la Barroca de Venecia con el contratenor rumano-alemán Valer Sabadus, muy reconocido en óperas y recitales junto a nombres del calibre de William Christie o Diego Fasolis. La clavecinista sevillana Irene Roldán se suma al elenco para ofrecernos un precioso programa en el que destacan arias sacras de Gabrielli junto a otras operísticas de Haendel, Porpora, Gluck y Vivaldi, además de conciertos de este último y el siempre estimulante Bach. Una oferta plagada de aroma italiano con arreglos encargados por el propio Andrea Marcon, fundador de la orquesta y responsable de la Alcina disfrutada hace unas semanas en nuestra ciudad.

Próximos a la Semana Santa, el sábado la orquesta noruega Orkester Nord nos ofrecerá el oratorio Vida y Pasión de Cristo del compositor barroco checo Augustin Pfleger, con cuya grabación ha recibido numerosos reconocimientos el conjunto dirigido por el prestigioso violonchelista Martin Wahlberg. El concierto será completado con el adagio y el allegro de la Sinfonía en re menor de Vicenzo Albrici.


Para terminar la semana, el domingo 17 será el turno de los artistas locales. El recientemente galardonado con la beca de la Asociación de Amigos de la Barroca de Sevilla, el violonchelista Mateo Murillo, será el protagonista de un concierto centrado en obras de la primera mitad del siglo XVIII, acompañado por esos dos valores seguros que son Mercedes Ruiz al violonchelo y Alejandro Casal al clave. Una sonata del virtuoso francés Jean-Baptiste Barriére, otra de las seis del opus 5 de Francesco Geminiani y otra de las nueve que compuso para el instrumento Vivaldi, además de la suite nº 3 para violonchelo de Bach, quien dio impulso definitivo al instrumento como solista, integran el precioso programa con el que lucirá el talento de este músico sevillano curtido en Berlín y Stuttgart, antes de que el Festival entre en su última semana a las puertas de la Semana Santa.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía